5 mar 2013

with the death ad portas

¿cómo afrontar nuestra propia muerte cuando nos enteramos de que nuestro fin, debido a una enfermedad terminal, está muy cerca?


1.- christopher hitchens. nació en portsmouth, gran bretaña, el 13 de abril de 1949 y murió en houston, texas, estados unidos, el 15 de diciembre del 2011. fue un escritor y periodista británico residente estadounidense.



cuando se enteró que sufría de cáncer pulmonar terminal se encontraba de gira, promocionando su libro de memorias hitch-22. la agotadora excursión incluía un sinfin de entrevistas en distintos medios de comunicación. era imposible no descompensarse; los vómitos y las náuseas, previas a cada presentación se hicieron habituales en su vida.

y el filósofo, con la sinceridad y desfachatez que lo caracterizaron toda su vida, documentó su enfermedad en ilustrativas crónicas (acompañadas de las fotografías de rigor), el transcurso de su enfermedad, los estragos físicos que le causaba, etc. estos textos que narraban el desarrollo del mal que terminó por arrebatarle la vida conforman el libro mortalidad. es el cáncer visto desde adentro:

-me oía respirar débilmente, pero no podía llenar de aire los pulmones. mi corazón latía demasiado deprisa o demasiado despacio. cualquier movimiento, por pequeño que fuera, requería premeditación y planificación. me exigió un esfuerzo extenuante cruzar la habitación de mi hotel en new york y llamar a los servicios de urgencias. primeras páginas de mortalidad, su libro póstumo.

-no me veo golpeándome la frente conmocionado, ni me oigo gimotear sobre lo injusto que es todo: he retado a la parca a que alargue libremente su guadaña hacia mí y ahora he sucumbido a algo tan previsible y banal que me resulta incluso aburrido. la ira estaría fuera de lugar por la misma razón. en cambio, me oprime terriblemente la persistente sensación de desperdicio. tenía auténticos planes para mi próximo decenio y me parecía que había trabajado lo suficiente como para ganármelo.

hitchens, que era abiertamente ateo, durante el trágico proceso que significó su deceso no cambió su postura frente a dios. dos de su obras más leídas fueron dios no es bueno (2008) y dios no existe (2009) desde el principio de su periplo aseguró que no caería en la tentación de rezar por su vida o pensar que algo vendría después de su muerte. la mayor parte de mortalidad, de hecho, reafirma este credo esencial.

-supongamos que abandono los principios que he tenido durante toda mi vida con la esperanza de ganarme un favor en el último minuto. espero y confío en que ninguna persona seria admire esa actuación fraudulenta (...) por otra parte, ese dios que premiaría la cobardía y la falta de honradez y castigaría las dudas irreconciliables está entre los muchos dioses en los que no creo.

él murió el 15 de diciembre del 2011 y, así como algunos se aferran a la religión en momentos críticos, él se aferró a sus autores favoritos, a quienes releyó con impaciencia hasta sus últimos días, pues lo tranquilizaban. su cuerpo fue donado a la investigación médica, tal y como lo deseaba.


2.- del siguiente poema ígnoro si la tal teresa y su desesperante situación en cuanto a tener consciencia de su pronta muerte, existió, sirviendo de musa al poeta. ella sólo quería sentir hasta el último segundo de su vida.

juan ramírez ruiz, conspicuo representante de la poesía peruana surgida en la década de 1970, nació en chiclayo, lambayeque, perú, en 1946. víctima de un accidente de tránsito, falleció en junio del 2007. estuvo desaparecido durante 8 meses hasta que la policía logró encontrar su cuerpo.

autor: juan ramirez ruiz ( 1946- 2007)
título: teresa

teresa
mujer de treintiocho años
(sola entre millares)
quiere tener relaciones
con cualquier hombre,
en cualquier lugar
y a la brevedad posible.
se anticipa
(y esto es un asunto grave)
le queda poco tiempo
y además
ya perdió toda serenidad.


3.- edith sodergran fue una poeta finlandesa en lengua sueca, nacida en san petersburgo, rusia, en 1892, y murió en raivola, un pequeño pueblo de la carelia finesa, el 23 de junio, la víspera de san juan, en 1923.
ella fue contagiada de tuberculosis por su propio padre en 1909.
el siguiente poema debió escribirlo ya en la última etapa de su existencia, pues fue publicado póstumamente en 1925. eso lo dice todo.

autora: edith sodergran.

de "primeros poemas" de "el país que no es", 1925

título: días enfermos.

mi corazón está acurrucado en una angosta grieta,
mi corazón está muy lejos
en una isla lejana.
pájaros blancos pasan y vuelven a pasar
y llevan el mensaje de que mi corazón vive.
yo sé cómo él vive
de carbón y de arena
sobre las piedras cortantes.

el día entero estoy acostada en espera de la noche,
la noche entera estoy acostada en espera del día,
estoy acostada en mi lecho de enferma en el jardín del paraíso.
sé que no sanaré,
nostalgia y languidez no sanan jamás.
tengo fiebre como una planta de los pantanos,
rezumo sudor dulce como una hoja húmeda.

en el fondo de mi jardín hay un soñoliento lago.
yo que amo la tierra
no conozco nada mejor que el agua.
en el agua se hunden todos mis pensamientos
que nadie ha visto,
pensamientos que no me atrevo a mostrar a nadie.
¡el agua está llena de secretos!

4 comentarios:

  1. Me gustó el último poema... me pareció triste, pero muy profundo.

    Qué será no? Qué pensaremos cuando nos quedan solo unas horas o minutos de vida...

    Un beso Draco!

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    1. cuando mi padre tuvo consciencia de que estaba viviendo los últimos meses de su vida debido al cáncer terminal de pulmón que padecía, se puso a orar a viva voz. eran como las cinco de la tarde de aquello.
      yo me desperté, pues me había recostado para una siesta y pensé que todo aquel vocerio era cosa de un cura de una iglesia católica que quedaba como a ocho cuadras de mi casa.
      cada persona da una respuesta diferente ante la cercanía de la muerte y hay que respetar eso.
      por otra parte, a mí también me gusta mucho el poema de edith sodergran cada vez que lo leo, pues la siento como si me lo declamara personalmente.
      un beso.

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  2. uf, no quiero ni pensar en ello, la vida es demasiado corta para andar pensando en la muerte

    besos,

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    1. cuando uno está sano es lógico ese pensamiento. ¿pero qué ocurre cuando una persona se siente mal y va donde el doctor para qué le diga que es lo que pasa y este le dice -después de examinar los análisis- que ponga sus cosas en orden porque apenas le queda vida hasta este fin de semana? he conocido casos así y debe ser una experiencia personal muy terrible.
      besos.

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