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17 ene 2023

chronicle: "el no de las niñas". angélica palma.

"La vanidad es un lente que aumenta las cosas más pequeñas."

Angélica Palma.

El interés que han despertado las amenas crónicas de Marianela publicadas en la página femenina de La Prensa me ha inducido a solicitar del director del gran diario, don Ezequiel P. Paz, el permiso para editarlas.

La benevolencia gentil del señor Paz ha otorgado el consentimiento, y hoy aparecen los chispeantes artículos de la distinguida escritora compilados en este elegante volumen. notorio es el éxito creciente que han logrado estas crónicas; aparte su mérito literario, puesto de relieve en un estilo fácil, terso y armonioso, contienen otra cualidad más esencial aun, consistente en su sana orientación ética, en una crítica, suavemente irónica, de nuestros hábitos y costumbres. Trátase, en fin, de un libro interesante, ameno instructivo, en el cual, a la belleza artística, se unen, en consorcio admirable, útiles normas de conductas, expuestas con delicado humorismo y singular gracejo narrativo.

Pedro L. Balza (editor)

El no de las niñas

Facilísimo es dar el "sí" -"el sí de las niñas"- como reza el título de la ingenua y cursililla comedia de Moratín que hizo las delicias de nuestras abuelas. El "sí", a una proposición de matrimonio, cuando el proponente nos agrada, brota espontáneo, casi sin palabras; lo damos con los ojos, con el movimiento balbuciente de nuestros labios, oprimiendo con el nuestro el brazo del cual vamos asidas en el baile. Esta última actitud, oprimir el brazo, asirnos a él, suele ser la más corriente como reveladora de nuestro gozoso asentimiento. La que para dar el "sí" emplea mucha retórica, muchos requilorios, circunloquios y rodeos, mucha charla alambicada y sutil, es que en realidad no está verdaderamente enamorada. Acepta por causas ajenas al amor; porque es buen partido, porque quiere emparentar bien, etc., etc. El amor, como toda pasión vehemente -y es el amor la más vehemente de todas- es conciso en su expresión, monosilábico, casi mudo. La palabra muere en el nudo que la emoción forma en la garganta. Todas esas escenas de comedia, en prosa y verso; todas las páginas amorosas de las novelas, en que salen a relucir las flores, los arroyuelos, las estrellas, la luna, los ángeles y los serafines, todo, absolutamente todo eso, es mentira, completamente mentira. El amor, el verdadero amor, no halla palabras, no encuentra léxico para expresarse. Por eso el baile es su mejor auxiliar, pues el abrazo -el abrazo danzando, perfectamente admitido- nos ahorra el estudio del diccionario para dar con los términos académicos apropiados al caso. El concurso, la gente de un salón, que ve bailar, no advierte que cierta pareja abrazada y danzante da a su abrazo, en un momento determinado, un sentido trascendental, de unidad de vidas, de fusión de espíritus, de enlace de corazones. Yo di el "sí" así, bailando; pero lo di sin palabras. De pronto, preguntó él: "Bueno, ¿y?..." porque él también, como buen enamorado, era monosilábico, casi mudo. Mi respuesta fue oprimirle el brazo, latir como nunca he latido y mostrarle mis ojos húmedos. Y el hombre arrancó a valsar con tal furia que parecía movido por todo el carbón que emplea ahora la escuadra inglesa en el bloqueo. Nos asimos un poco más, porque el baile lo exigía. Bueno, amigas mías, entonces supe que es posible no morirse de felicidad. ¡Ay, Dios mío, qué recuerdos!...

Quedamos, pues, en que dar el "sí" es facilísimo; sale solo; se revela en la emoción que nos embarga; por muy quedo que se diga, lo expresa muy alto el estado de nuestro ánimo. Lo difícil, lo arduo, es decir "no", negarse a la relación solicitada. En esta ocasión es cuando ha de revelarse la educación de la mujer, su finura espiritual, los recursos de su ingenio.

El "no" de las niñas requiere, no una comedia como el "sí" de las niñas, sino todo un tratado de psicología femenina. Pero hemos de contraernos a un ligero prontuario sobre la materia. Generalmente, la mujer llega al difícil trance de tener que decir "no" por culpa de ella misma. Porque es ella la que alienta las primeras insinuaciones del hombre, aunque su corazón no esté interesado; unas veces por demostrar a las demás que tiene pretendiente; otras veces por dar celos con el incauto al que verdaderamente ella quiere; no pocas veces también por divertirse, por coquetería, o por curiosidad. El amor propio adopta muchas veces el disfraz del amor por pura satisfacción de orgullo. Y esto lleva a muchas señoritas a admitir y hasta a estimular las insinuaciones del hombre, que toma por sentimiento real los fingimientos de que es víctima en forma de sonrisas prometedoras, de miradas simulando aquiescencia, de gestos y signos, en fin, que expresan lo contrario del verdadero propósito. Este juego es peligroso y, desde luego, condenable. Cuando un hombre inteligente aventura una declaración es porque le anima a ello el presentimiento de que será aceptado, presentimiento fundado en ciertos indicios de que es persona grata, como se dice en términos de diplomacia. Sugerir este presentimiento a un hombre, inducirle en este error, significa en la mujer sentimientos aviesos, una travesura de mal gusto, pues no se debe jugar con el corazón ni con las ilusiones de ningún hombre, cuyo porvenir espiritual, en el resto de su vida, acaso dependa de esta burla de la mujer. Porque deplorable es para un hombre que ama profundamente no verse amado por aquella a quien ama. Pero aun es mucho peor hacer escarnio de su afecto, induciéndole en el error de ser amado sin serlo; pues, en este caso la herida es doble, en el amor y en el amor propio. Y las heridas de amor propio son aún más difíciles de curar que las heridas de amor. El hombre que nos insinúa su afecto, que cifra la razón de su vida en la correspondencia de nuestro corazón al suyo, merece por ello mismo nuestra atenta simpatía, pues siempre es conmovedor para una mujer producir en un hombre esta exaltación sentimental. Si no nos gusta o no nos conviene -desde luego no nos conviene si no nos gusta- debemos hacérselo notar desde el principio con palabras cordiales y cariñosas con cultura exquisita, sin deprimirle en forma alguna, poniendo disculpas que lo eleven a sus propios ojos y mezclando así la desesperanza o desengaño con el consuelo. Probablemente esta conducta de la mujer, por lo mismo que es una conducta noble, bondadosa, espiritual, exaltará más el amor del hombre, le hará más profundo y entrañable, desolará más su alma; pero no tendrá derecho a sentirse herido en su amor propio con burlas imperdonables. Jamás, en fin, se debe alentar una pasión que no se tiene el propósito de corresponder. De todas las coqueterías ésta es la más condenable, porque implica la intención de hacer sufrir, empeño que delata poca reflexión y una torcida contextura ingénita de nuestro espíritu.

Ya se ve, pues, cómo el "no" es más difícil que el "sí" de las niñas. Y esta dificultad aumenta, según va dicho, cuando con nuestra frivolidad y nuestras vanidades hemos inducido en error al pretendiente. En tal caso, el trance, desagradable siempre, de decir "no" claramente ha sido buscado por nosotras mismas. En realidad es una conducta que tiene algo de engaño, ya que condujimos nuestro trato con él en forma que supusiera una posibilidad de aceptación, con la reserva mental de una negativa al plantearnos la petición de mano. Lo noble, lo generoso, lo leal, es atajar discretamente desde el comienzo las insinuaciones, a fin de que nunca pueda creerse engañado en sus observaciones respecto al estado efectivo de nuestro espíritu y de nuestra voluntad.

Pero la especie masculina es muy variada. Hay hombres un poco cegatos en materia de psicología femenina, para los cuales no basta que la mujer rehúya con discreción sus insinuaciones. Su falta de percepción es disculpable y justifica el empecinamiento. En este caso se impone el "no" desde el primer instante, pues al que no entiende de razones con los ojos, necesario es hacer que las entienda por medio de los oídos. Siempre, claro está, usando palabras corteses; nada de desaires, nada de enojos, nada de sentirse molestada por la pertinacia, pues el ciego no es responsable de no ver, y hasta merece simpatía cuando observamos que la causa de su ceguera está en que el foco del corazón le ofusca la vista de los ojos. ¿no merece un poco de piedad un ciego tan sublime? Hay otros que llamaremos "intrépidos", muy expeditivos en sus procedimientos, que quieren llevar las cosas a paso de carga, hombres impacientes, exaltados, audaces, de sensibilidad tormentosa y hasta huracanada. El "no" a un hombre así ha de ser gradual, no repentino, no brusco, pues nuestra negativa seca y rápida pudiera llevarlo a la exasperación y hasta ser causa del encarecimiento del plomo troquelado. Existe el hombre que presume de irresistible, el que tiene de sí mismo un concepto tan optimista que no admite que haya mujer que renuncie a la gloria de unirse a él. La vanidad es un lente que aumenta las cosas más pequeñas. Con éste conviene envolver el "no" en un ligero "titeo" educador. Se le hace con ello un servicio, induciéndole a moderar el concepto fantástico fraguado por su insensatez. Hay el hombre que se las da de zahorí, de sagaz y penetrante para descubrir los sentimientos de la mujer. Suele en su presunción de psicólogo, hacer análisis que no están en la persona analizada, sino en él mismo. Ha leído algunas novelas modernas de bourget, que se ha ocupado mucho de psicología femenina, con sutilezas generalmente exentas de verdad y de sencillez. Con este pretendiente, que es un vanidoso cerebral, se debe emplear un "no" oscuro, nebuloso, para aumentar el mar de sus propias confusiones. Detesto los noveleros, los hombres que carecen de naturalidad. Son, además, peligrosos, porque siempre andan a caza de complejidades sentimentales. Hay el hombre que cifra todo su éxito en el apellido heredado y cree que su nombre procérico basta para lograr la más apetecible conquista. Con éste el "no" tiene que ser histórico. La mujer debe decirle, siempre de una manera muy fina, que hubiera preferido a su antepasado. Los hombres que valen no son los que heredan un apellido histórico, sino los que, llevando uno desconocido, logran meterle en la historia.

¿Para qué seguir presentando más casos? La variedad es tan grande que no acabaríamos nunca. Baste decir que cada uno de ellos requiere una negativa especial, ajustada a las circunstancias y al tipo moral y espiritual del pretendiente. Y con esto queda demostrado que el "no" es mucho más difícil que el "sí" de las niñas...

18 comentarios:

  1. Me ha parecido un post muy interesante. Ya se te echaba de menos en el blog. Un fuerte abrazo y feliz martes, amigo Draco.

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    1. sí, es que toda esta quincena me he abocado a "diseccionar" un libro un tanto complicado, pero al menos ya estoy viendo la luz al final del túnel.

      en cuanto a la confección de este post, se dio por el hecho de estar viendo al intelectual, divulgador literario y polígrafo, marco aurelio denegri quien en su espacio "la función de la palabra", mencionó a esta escritora peruana -hija de don ricardo palma, el autor de "las tradiciones peruanas"- con ocasión de hablar un poco de ella y de sus obras.

      tal mención llamó mi atención y encontré este delicioso texto de época -escrito quizá en la primera mitad de la década de 1930- que me hizo esbozar varias sonrisas por las muchas verdades que se dicen en él, en el campo del amor.

      amiga rocío, un abrazo. que pases un feliz día.

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  2. Una muy buena entrada , he aprendido con ella algo más y eso siempre es interesante.
    Gracias, Draco,un placer leerte.

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    1. me alegra saber que este post te haya sido de provecho.

      más bien gracias a ti por tus amables palabras.

      un abrazo.

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  3. Gracias por compartir, ahora se un poco más que ayer gracias a esta entrada. Muy interesante por cierto. Te dejo un abrazo.

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    1. un poco más de sabiduría nunca está de más en este mundo.

      un abrazo también para ti, que tengas un feliz día.

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  4. Parece interesante. Me recuerda la cancion de Arjona dime que no. Te mando un beso.

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    1. me parece que la letra de la canción es la de un tipo ambivalente que no sabe lo que quiere. que necesita que le claven una duda para que su instinto de cazador formule estrategias para conquistar a una chica. no la recordaba, hay muchas chicas lindas y espectaculares ahí.

      ¿qué le diría la escritora a un tipo así? creo que le diría: "no", de plano, por infantil. aunque claro, ella utilizaría un lenguaje más sutil, más educado y diplomático, como ella misma dice.

      un beso, que pases un feliz día.

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  5. Hola, Draco
    Hoy no me voy a referir a tu excelente reportaje. Me preocupan lo sucesos, cada vez más difíciles que están sucediendo en tu país. Deseo que las partes lleguen a un acuerdo; se nota que alguien está manipulando a los manifestantes rebeldes pues en Democracia, existen tiempos que cumplir para poder llamar nuevamente a sufragar.
    Espero que te encuentres gozando de buena salud. Un fuerte abrazo

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    1. agradezco mucho tu preocupación por la difícil situación política que vive mi país. por lo pronto ha habido hechos violentos en diferentes ciudades del país que han sido controlados tanto por la policía como por las fuerzas armadas.
      en estos momentos hay una total incertidumbre y en verdad cualquier cosa puede pasar en el transcurrir de los días o de las semanas.

      yo también espero que haya una solución política pacífica por el bien de todos.

      gracias también por preocuparte por mi salud. estoy bien y también es mi deseo que estés bien de salud.

      un fuerte abrazo.

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  6. Naaaaa, da igual. Me resulta curioso del texto, viendo la fecha en que se escribió, que hoy sigue vigente esa "culpa" en las relaciones, que siempre cae sobre ella, hasta el punto que hoy seguimos normalizando "la mató por amor". Parece, en el texto, que el hombre es un ser angelical y perversa la mujer que juega con el pobrecito. Hoy en día se resumiría en lo siguiente:

    El: "hola guapa". Ella: "sonríe". El: "la tengo en el bote, a por ella"

    El: "hola guapa". Ella: "indiferente". El: "tampoco eres tan guapa, puta"

    Evidentemente, no todos los hombres son así, puede haber complicidad, confianza, simpatía y hasta mucho cariño, incluso atracción, las mujeres no somos de piedra, pero ahí queda la cosa. Pero esto lo entienden menos.
    Las relaciones humanas son muuuy complejas y entre hombres y mujeres muuuuuuuuucho más.


    Te leo arriba y veo que estás bien, aún con la situación que tienen. (Mira, otro ejemplo de los que no saben admitir un sí o un no)
    Ojalá se solucione bien y pronto.
    Cariñitos, pirata

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    1. esta crónica periodística la realizó la escritora cuando los tiempos eran otros, que, aunque más formales, más serios, más románticos y con más respeto hacia la mujer, de todas maneras tenía sus bemoles y se tenía que ir con mucho cuidado por todos los desadaptados emocionales que habían en el camino.

      besos.

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  7. Impresionante! Impecable!
    No conocía este artículo. Y, trasladándome a la época en que fue escrito, lo hace más valioso aún.
    Creo que debería ser un farol para todo el movimiento feminista que se vive en estas últimas (¿dos?) décadas.
    Adhiero a la autora, y te agradezco por traerlo por acá.

    Me encantó

    Abrazos, pirata querido
    Espero que todo ande lo mejor posible por allá... las noticias que llegan, preocupan pero dan esperanzas de que quizás puedan patear un poco el tablero.

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    1. creo que actualmente el movimiento feminista tiene mucho más problemas con los trans que con los hombres.

      por aquí hay trifulcas, paros y muertos todos los días. para contestarte acabo de leer que la policía acaba de tomar la universidad nacional mayor de san marcos que queda en lima y que ha desalojado a los manifestantes a punta de bombas lacrimógenas. hay dos comentarios deleznables realizadas por la policía según el diario la república. un efectivo dijo: "detenidos todos estos terroristas", mientras que otro dijo: "reventamos san marcos".

      mientras tanto en puno en el sur de perú, ilave arde y los puneños viajan a lima.

      todo está muy complicado.

      un abrazo.

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  8. Muy buena entrada amigo, siempre descubro algo nuevo e interesante en tu blog ♥

    Un beso desde Plegarias en la Noche

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    1. para serviros.

      amiga tiffany, un beso y que tengas un buen inicio de semana.

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  9. Se te echaba de menos Draco! estas bien? va mejorando la situación política?
    Un besazo!

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    1. muchas gracias por el interés; sí, estoy bien de salud. en cuanto a la situación política, las protestas y los desmanes no han sido tanto, pero tal vez se incrementen con los días que vayan pasando.

      besos.

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