ud. donaría sus bienes a la iglesia por the end of the world?

no acostumbro colocar posts con las opiniones de los curas porque casi siempre es más de lo mismo.
uno ya sabe hasta el cansancio de lo que dicen de la homosexualidad y de cualquier unión legal entre ellos, la tirria que le tienen al aborto (aunque la ciencia médica les diga que el feto que lleva una mujer en su matriz es anencefálico y sin ninguna probabilidad de sobrevivir), el gusto que les da por favorecer regímenes dictatoriales y mantener el statu quo económico donde un ínfimo porcentaje de la sociedad se favorezca económicamente en detrimento de la mayoría, entre cosas como el justificar en ciertos casos la violencia cuando les conviene, etc; pero lo que ahora ha dicho bernardo bastres, obispo de punta arenas, chile,  sólo ha demostrado lo que algunos economistas afirman en sus clases universitarias: que la religión es un buen negocio.

este obispo, aprovechando el cambio de era (¡ojo! es cambio de era y nada parecido a que el mundo se vaya a acabar) según la cultura maya para el 23 de diciembre (sí, para el 23 y no para el 21. ocurre que en un documental para discovery a un científico estadounidense se le ocurrió "correr" el 23 para el 21 y así hacerlo coincidir con el solsticio) ha dicho, medio en serio y medio en broma que:

según algunas voces, parece que hay un chino o un japonés que está construyendo un barco tipo el arca de noé. si muchos creen que el mundo se acabará el 21 de diciembre, nosotros como iglesia no tenemos ningún problema en que la gente nos deje testamento de sus propiedades.

y no contento con su no disimulada codicia terrenal de este mundo, dio una terrorífica reflexión sobre aquellas aterradas gentes que creen en verdad que el mundo se va a terminar el día 21 de este mes de diciembre y que están hasta dispuestos a suicidarse para no vivir tal experiencia:

yo les aseguro que después del 21 de diciembre rezaremos eternamente por ellos. porque yo estoy seguro que nosotros seguiremos vivos después de esa fecha. si ellos desean partir al otro lado, podrían hacer un bien enorme regalando sus propiedades a la iglesia.

"si ellos desean partir al otro lado..."

¡¡qué tal obispo!!

finalmente, el obispo chileno bastres dio una ambigua reflexión final:

esta historia del fin del mundo no tiene seriedad alguna. yo no tengo ningún problema, yo tengo planificado hasta el próximo año, y si nos morimos, ¡qué le vamos a hacer!