por: jan hoffman
una noche del otoño pasado, lucien majors, de 84 años, se sentó a la mesa de la cocina, con su esposa jan a su lado, y describió un sueño reciente.
majors tenía cáncer de vejiga en etapa terminal y padecía insuficiencia renal. estaba alerta, pero vacilante, mientras hablaba con un médico. en el sueño, relató, estaba en su auto con su gran amiga, carmen. los tres hijos de él, adolescentes, jugueteaban en el asiento trasero.
"íbamos por la calle clinton", dijo majors, con sus llorosos ojos azul pálido abriéndose de gusto al pensar en el recorrido. "buscábamos el gran cañón". y luego lo vieron. "hablábamos de lo impresionante que era, porque ahí estaba -¡todo este tiempo, el gran cañón había estado allí al final de la calle clinton!".
majors tenía más de 20 años de no hablar con carmen. sus hijos ya pasan de los 55 años.
christopher w. kerr
"¿porqué crees que tus chicos estaban en el auto?", preguntó christopher w. kerr, médico de cuidados paliativos en las afueras de buffalo, new york, quien investiga el papel terapéutico de las visiones y los sueños al final de la vida de los pacientes.
"mis hijos son el máximo logro de mi vida", expresó majors.
el hombre murió tres semanas más tarde.
durante miles de años, los sueños y las visiones de los moribundos han cautivado a las culturas, que les infundieron un significado sagrado. antropólogos, teólogos y sociólogos han estudiado estos así llamados fenómenos del lecho de muerte. aparecen en escritos medievales y en pinturas renacentistas, en obras de shakespeare y en fragmentos de novelas estadounidenses y británicas del siglo 19, particularmente de dickens.
en el mundo médico moderno, tales experiencias han sido observadas por psicólogos, trabajadores sociales y enfermeras. pero los doctores tienden a evadirlo porque "no sabemos qué diablos son", dijo timothy e. quill, experto en medicina de cuidados paliativos en el centro médico de la universidad de rochester, en el estado de new york.
ahora un equipo de médicos clínicos e investigadores encabezados por kerr, internista que tiene un doctorado en neurobiología, busca desmitificar estas experiencias y comprender su papel e importancia en apoyar "una buena muerte" -para el paciente y los deudos.
estos eventos son distintos de las "experiencias cercanas a la muerte", como la recordadas por personas revividas en unidades de cuidados intensivos, dijo pei c. grant, del equipo de investigación. "estas son personas en un viaje hacia la muerte, no personas que se salvaron por poco.".
visiones reconfortantes
para su estudio principal publicado en the journal of palliative medicine, los investigadores realizaron múltiples entrevistas con 59 pacientes admitidos para su cuidado en el hospice buffalo, institución para enfermos terminales, amuebladas con maderas cálidas y con vistas a fuentes y jardines. casi todos los pacientes reportaron haber tenido sueños o visiones. describieronb la mayoría de sus sueños como reconfortantes. aproximadamente uno de cada cinco estaba asociado con angustia, y el resto se percibió como neutral.
los sueños y visiones se clasificaban vagamente en categorías: oportunidades para interactuar con los difuntos; seres queridos "esperando"; asuntos sin terminar. los temas de amor, dado o negado, abarcaban los sueños, al igual que la necesidad de resolución e incluso perdón. en sus sueños, los pacientes eran tranquilizados de que habían sido buenos padres, hijos y trabajadores. aunque muchos pacientes dijeron que en raras ocasiones recordaban sus sueños, no olvidaron éstos.
. un paciente de 76 años dijo que soñó con su madre, quien murió cuando él era niño. podía oler su perfume y oír su suave voz diciendo, "te amo".
. una mujer de edad avanzada mecía en sus brazos a un bebé invisible mientras se encontraba acostada en la cama (su esposo dijo a los investigadores que era el primogénito de la pareja, que había nacido muerto).
. una mujer de 54 años soñaba con un amigo de la infancia que le había causado un gran dolor décadas antes. el amigo, que ya había muerto, aparecía como un hombre mayor y decía, "lo siento, eres una buena persona", y "si necesitas ayuda, sólo di mi nombre".
otros estudios sugieren que los sueños parecen expresar emociones que se han estado acumulando. tore nielsen, investigador de neurociencias del sueño en la universidad de montreal, conjetura que al final de la vida, esa necesidad se vuelve más insistente.
los sueños atribulados estallan con excesiva energía. pero los positivos pueden servir un propósito similar. "la motivación y presión para estos sueños proviene de un lugar de miedo e incertidumbre", dijo. "los soñadores literalmente se están ayudando a salir de una situación difícil".
en el período antes de la muerte, los sueños de los pacientes del estudio tendían a ocurrir con mayor frecuencia, poblados con muertos más que con vivos. los expertos dijeron que tal fenómeno podría tener valor de pronóstico.
"fui un médico agresivo, siempre preguntando, '¿hay más que podamos hacer?'", comentó kerr. "hubo un paciente que pensé que necesitaba ser rehidratado, y que podíamos comprarle algo de tiempo". pero, dijo, una enfermera familiarizada con los sueños del paciente, advirtió: "'usted no entiende. está viendo a su difunta madre'. murió dos días después".
kerr dijo que simplemente abogaba porque los profesionales médicos hicieran preguntas abiertas a los pacientes sobre los sueños, sin temor a recriminación de familiares y colegas.
complejidades de los sueños
quienes atienden a enfermos terminales son propensos a ver los sueños del final de la vida como manifestaciones de delirio. pero los investigadores dicen que aunque algunos pacientes entran y salen de estados de delirio, sus sueños del final de la vida no son, por definición, producto de ese estado. los pacientes delirantes por lo general no pueden interactuar con otros o dar una narrativa coherente y organizada.
sin embargo, persiste la duda de qué deducir de las afirmaciones de estos pacientes de que estaban "soñando despiertos", o que tenían "visiones" -y del fenómeno de ver a parientes o amigos difuntos flotando cerca del techo o en los rincones.
donna brennan, enfermera en el hospice buffalo, recordó que estaba platicando en el sofá con una paciente de 92 años con insuficiencia cardíaca. de repente, la enferma miró a la puerta y dijo en voz fuerte, "un momento, estoy hablando con la enfermera". al decirle que no había nadie, la paciente sonrió, diciendo que era la tía janiece (su fallecida hermana) y dio una palmadita a un cojín del sofá, mostrándole a "la visita" dónde sentarse. la paciente alegremente se volvió hacia brennan y terminó su conversación.
en sus apuntes, brennan describió el episodio como una "alucinación", una bandera roja para el delirio. cuando el episodio fue relatado a kerr y a anne banas, neuróloga y doctora de cuidados paliativos en el hospice buffalo, prefirieron el término "visión".
"¿tiene significado la visión o está desorganizada?", preguntó banas. "si tiene significado, ¿necesita ser explorado? ¿brinda consuelo o es angustiante? tenemos la responsabilidad de hacer esa siguiente pregunta".
william breitbart del departamento de psiquiatría en el centro de cáncer memorial sloan kettering, en new york, dijo que la respuesta de un equipo debe tomar en cuenta a los cuidadores: "estos sueños o visiones pueden ser interpretados por los familiares como reconfortantes, vinculándolos con el legado de sus ancestros.
"pero si la gente no cree eso, puede ser angustioso".
reviviendo el trauma
no todos los sueños del final de la vida confortan a los moribundos. los investigadores encontraron que aproximadamente el 20 por ciento era perturbador. aquellos que habían sufrido traumas podrían revivirlos en sus sueños de agonía. algunos pueden conciliar esas experiencias; otros no pueden.
¿cuándo deben los médicos intervenir con medicamentos antipsicóticos o antiansiedad, para permitir al paciente una muerte pacífica? en el caso del equipo de buffalo, la decisión es tomada con participación de la familia.
al no recibir suficiente información de la familia, un equipo podría no saber interpretar la agitación del paciente. una enferma parecía atormentada por pesadillas. el equipo entrevistó a familiares, que revelaron con renuencia que la mujer había sufrido abuso sexual de niña. la familia estaba horrorizada de que estuviera reviviendo estos recuerdos en sus últimos días.
el equipo decidió administrar medicamento antiansiedad, más que sólo antipsicóticos. la mujer se relajó y pudo tener un intenso diálogo con un sacerdote. murió tranquila mientras dormía, varios días después.
consuelo para los vivos
los investigadores han encontrado que estos sueños ofrecen consuelo para los moribundos y para sus dolientes.
rosemary shaffer
kathleen hutton se aferra a los diarios de sueños meticulosamente llevados por su hermana, rosemary shaffer, de 78 años, una ex maestra de escuela. en un sueño, shaffer vio flores en una funeraria, que le recordaban aquellas que su hija pintaba en mascadas hechas a mano. se sintió amada y feliz.
"me dio gusto que pudiera hablar sobre los sueños con la gente de la institución", dijo hutton. "ella sabía que era su subconsciente confrontando lo que sentía. estaba mucho más en paz".
http://www.nytimes.com/2016/02/02/health/dreams-dying-deathbed-interpretation-delirium.html?_r=0
Te he leído, me he metido en todos y cada uno de tus relatos y he sentido como una especie de escalofrío que me recorría el cuerpo.
ResponderEliminarNuestra mente es tan compleja y tan poco conocida, que no puedo dudar de nada de lo que en ella pueda ocurrir.
Muchas veces pienso en la muerte, es algo tan cercano y siempre se ha tenido como un tema tan intocable, que nadie quiere oír hablar de ella.
De lo que se trata es de vivir, lo otro parece como si no estuviera en nosotros, la vemos tan distante, es más, la creemos que está en los demás, se mueren los otros, pero no queremos pensar que llegará el día en que nos toque muy de cerca.
Cuando me llegue la hora, me encantaría poder escribir todo lo que pasa por mi mente, seguro que no me creerían, más bien dirían que tenía alucinaciones.
Siempre nos quedará la duda.
Sólo pido que Dios se apiade de nosotros cuando nos toque partir.
Cariños y buena semana.
Kasioles
aquello de que piensas en la muerte como algo tan cercano y "que siempre se ha tenido como un tema tan intocable, que nadie quiere oír de ella", es cierto. este post ha tenido muy pocas visitas (19 en total, mientras estoy escribiendo en estos momentos) que tal parece que la gente quiere huir de este tema como si de la peste se tratara.
Eliminarpor esta razón, aprovecho este comentario para decir (y también para hacer recordar) que mi participación en ¡¡a que no funciona!! es también para publicar temas políticamente incorrectos que me parezcan interesantes.
cuando transcribía este texto del diario, me acordaba de mi padre moribundo; él, en un determinado momento, nos dio a entender que mi madre -su esposa- lo había visitado para "llevárselo", diciendo también que me había visto sentado frente al tocador cuando en realidad no lo había hecho en ese día en particular, aunque esto último pueda haber sido una confusión debido a su débil estado de salud, ya que yo sí había estado sentado frente al tocador, pero aquello ocurrió el día anterior a lo que él manifestaba.
me alegra que los temas que publico te sean de interés.
que tengas un muy buen fin de semana.
un beso.
A la gente le asusta la muerte, no le gusta hablar de ella.
ResponderEliminarUn abrazo DRACO
a la gente no le gusta hablar de la muerte ni en los funerales, donde el tema principal, parece ser, contar chistes sobre sexo como si quiera oponer la vida sobre la muerte.
Eliminarbesos.