me viene a decir que perdió la partida por un "punto ciego", pero qué buena vista tiene para conmigo y no se pierde ningún detalle de mi escultural cuerpo
1.- extempore upon a fagot
(improvisación sobre una gavilla)
no has visto en una chimenea
una gavilla húmeda y que verdea
con qué timidez recibe el fuego
y llora y suda por los dos extremos
es lo que ocurre con tierna doncella
cuando la montan por vez primera
pero como seca madera,
la dama con experiencia
en la llama crepita y se recrea.
john milton
verlas jugar me pone muy cachonda. mejor las dejo. voy a buscarme un tío.
2. soneto xi
una pareja dialoga sobre sus deseos
-separa bien los muslos, alma mía
que quiero bien de cerca ver tu rosa
¡oh, suavísimo vello! ¡oh, rica cosa!
¡puerta de mi ilusión! ¡miel! ¡ambrosía!
un capricho me llena de alegría;
voy a comerme fruta tan golosa;
me volveré y seré treta graciosa
pues a tu boca irá mi mercancía.
-¡que me aplasta! ¡aguarda! ¡ay, mi pecho!
jamás tan cerca vi verga tan tiesa
mas juro que he de dejarte satisfecho.
-¡hola al cabrón! ¡miren la permuta!
él lame en el panal como en barbecho
y ella cree que la verga es una fruta
-¿vieja, quieres aquí poner tu morro?
-hijo no me pongáis los dientes largos
que tan sólo de veros ya me corro.
aretino
¿sientes mi alfil? es para que siempre recuerdes lo importante que es el alfil de rey en esta variante de la apertura italiana
3. potra de los cuatro vientos
muéstrate desnuda ahora
que están erectos tus senos
y tienen sus altas combas
suavidad de terciopelo,
y saben a frutas rojas
tus labios color de sueño,
y tu vientre es una ofrenda
de los más dulces venenos,
donde florece la felpa
en un triángulo perfecto
muéstrate desnuda ahora,
¡potra de los cuatro vientros!
ángel facal
análisis
4. venus (extracto)
...
soy venus, desde hace años soy la elegida,
yo soy aquella por la cual deliraránaquella que besarán en los pies
en los pies lacrados de heridas
en los pies cubiertos de enemigos
sobre mi jinete cabalgo hasta no verte más
cabalgo como una diosa enfurecida
cojo las crines de tu pelo,
hundo mis espuelas en tus ancas
y mientras tú gimes dejo caer mi saliva
una raya larga de mi saliva sobre tu frente
hincha tu sexo para bendecirme, y así,
cabalgando uno frente a otro, habremos
quebrantado el dolor
y seremos los héroes, los héroes
con el nombre de dios entre los labios
jadeantes.
rocío silva santisteban
no sé porqué no logras concentrarte
5. yo, la que te quiere
yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pechoyo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
yo,
la que te quiere.
gioconda belli
¿estás seguro que esto no es un sofisticado consolador? pues, a mí me lo parece y ya me provocó jugar a otra cosa.
6. más que dos nombres, uno, de la noche
en el cuarto de al lado, como dormida
bajo una luz insoportable, lejos,
a solas con sus ojos
abiertos y vestida
ya se ha quedado acaso, al fin, cristina.
aquí, más lejos, a mi lado, en sangre
alexandra desnuda se imagina
que no es vértigo yermo, inconfesable
aquel incendio que en su cuerpo gira.
¿es que hubo alguna noche, al lado, un cuarto?
no existió nunca en realidad. es este.
¿no existió nunca? ¿en realidad es este?
¿aquí entre el vientre de alexandra toda
la sed bebí más lenta de cristina?
¿y si tan sólo en mí lo hube soñado
y al despertar mi boca no era mía?
¿y si vuelto a dormir
soñé lejano que las bienqueridas
entre ellas, con mis labios, se bebían?
sé bien que no soñé lo que he soñado:
es carne, la verdad, de fantasía.
fui yo quien siempre estuvo
en este cuarto, al lado,
como puñal dentro de dos heridas
y en el jadeo de alexandra, insomne,
sin saber que mi boca no era mía,
la sal gusté más dulce de cristina.
¡piel de la noche tibia al aire lame
sudores de tabaco, cocaína, salivas
de sombras que se enlazan
a un mismo cuerpo ausente
sobre la playa roja, infinita!
(si no fui yo, ¿qué mar goloso entonces
cubrió como una espada las dos islas?)
será que así nomás es pues la vida,
noche que siempre es nunca
y siempre
es otra
noche
la interminable
que termina:
fruta de varias ramas, a la vez, desprendida.
césar calvo. iquitos, perú, 7 de julio de 1986.
¿estás en problemas? mira que fuiste tú el de la idea de irnos quitando la ropa a medida que perdíamos una pieza.
7. la amante
soy la amante
que estrenas,
la nueva, la eterna,
la de muslos trigueños,
columnas seguras
que se abren perfectamente
para dar paso
a tu mar ancho y espeso
soy la de paralelas montañas,
erectas, duras,
por donde han caminado
pájaros heridos de amor.
soy la amante nocturna,
la de noctámbulos besos,
(mis ojos, túneles profundos
donde se pierde la soledad).
soy la de siempre, la eterna,
la que te arranca el hastío
de cada costado,
la que se tiende plácidamente,
la que se para,
la que te sorprende,
la que se quita las vestiduras
y se lava en tu río claro.
soy la que te crucifica
con mis ojos con mi lengua,
la que se pierde
en tu mirada lela,
la que infatigable
recorre tu cuerpo,
la que vibra con devoción
en tu silencioso mundo.
soy ella la eterna,
la antigua, la nueva,
la de siempre
la que se cierra
la que se abre
la de ambivalentes tardes.
soy la que renace,
la que se abre
la que se cierra.
orietta lozano
no sé qué es. siempre que lo invito para enseñarle el último juego de ajedrez antiguo que he comprado, se distrae y ni lo mira.
8. entre tus brazos...
entre tus brazos
entre mis brazos
entre las blandas sábanas
entre la noche
tiernos
solos
feroces
entre la sombra
entre las horas
entre
un antes y un después.
idea vilariño
quien como nosotros. ¡vamos a comer por triplicado! ¡un brindis por eso!
9. erótica
cayó sobre tu espalda
la llama de tu pelo,
y quemó la blancura
su ondulación de fuego.
entre los áureos rizos,
por el amor deshechos,
yo vi calientes, húmedos,
brillar tus ojos negros.
sin desmayar, erguidos,
redondos, duros, tersos,
temblaron los montones
de nieve en tus pechos.
y de amor encendida,
estremecido el cuerpo,
con amorosa savia
sus rosas florecieron.
el clavel de tus labios
brindaba miel de besos,
y fue mi boca ardiente
abeja de sus pétalos.
de la crujiente seda,
que resbalara al suelo,
emergió su blancura
tu contorno supremo.
y al impulso movido
de ardoroso deseo,
se cimbró entre mis brazos
y quedó prisionero.
me abrasaban tus ojos.
me quemaba tu aliento.
y apagó las palabras
el rumor de tus besos.
enrique de mesa
que, ¿porqué me gusta jugar siempre con el bando negro? es que aquel color me trae muy bellos recuerdos
10. la casada infiel
y que yo me la llevé al río
creyendo que era mozuela, pero tenía marido.
fue la noche de santiago
y casi por compromiso.
se apagaron los faroles
y se encendieron los grillos.
en las últimas esquinas
toqué sus pechos dormidos,
y se me abrieron de pronto
como ramos de jacintos.
el almidón de su enagua
me sonaba en el oído,
como una pieza de seda
rasgada por diez cuchillos.
sin luz de plata en sus copas
los árboles han crecido,
y un horizonte de perros
ladra muy lejos del río.
pasadas las zarzamoras,
los juncos y los espinos, bajo su mata de pelo
hice un hoyo sobre el limo.
yo me quité la corbata.
ella se quitó el vestido.
yo el cinturón con revólver.
ella sus cuatro corpiños.
ni nardos ni caracolas
tienen el cutis tan fino,
ni los cristales con luna
relumbran con ese brillo.
sus muslos se me escapaban
como peces sorprendidos,
la mitad llenos de lumbre,
la mitad llenos de frío.
aquella noche corrí
el mejor de los caminos,
montado en potra de nácar
sin bridas y sin estribos.
no quiero decir, por hombre,
las cosas que ella me dijo.
la luz del entendimiento
me hace ser muy comedido.
sucia de besos y arena
yo me la llevé del río.
con el aire se batían
las espadas de los lirios.
me porté como quien soy.
como un gitano legítimo.
le regalé un costurero
grande de raso pajizo,
y no quise enamorarme
porque teniendo marido
me dijo que era mozuela
cuando la llevaba al río.
federico garcía lorca
¡cómo se le ocurre ganarme sabiendo que me lo tomo muy a pecho y que me gusta mucho disparar! al menos su corbata no se manchó de sangre.
11. elogio de mi cuerpo
el sexo
oculta rosa palpitante
en el oscuro surco,
peso de estremecida alegría
que incendia en un instante
el turbio curso de mi vida,
secreto siempre inviolado,
fecunda herida.
alaíde foppa
¿así que tuviste una novia que bailaba encima de las mesas de un bar? ¡qué loca! pero yo te aseguro que bailo con más estilo que ella sobre esta mesa de ajedrez.
12. ella
desnúdenme tus manos lentamente
sobrenadando senos y caderas,
y desliza tus dedos diligentes
entre botones, lazos, cremalleras.
mira mis ojos y ábreme la blusa,
y descuelga los pechos prisioneros,
que mi deseo nada te rehúsa,
y ellos son del deseo mensajeros.
se abren a ti como dos rosas tiernas,
esperando la lengua en los pezones,
y percibo temblores en mis piernas,
y un aire abrasador en los pulmones.
no hay en mi ofrecimiento ambigüedades,
va a ti sin desvergüenza o timidez,
y aunque con tinte de frivolidades,
parece siempre la primera vez.
besa con humedad mi boca hambrienta.
y haz que ambas lenguas jueguen en contacto,
no ha de haber nada a lo que no consienta,
mía es la voluntad, tuyo es el acto.
en la espalda hay insólitos caminos
que mi mano jamás ha transitado,
y de tus dedos brotan remolinos
erizando la piel de mi costado.
en breve y delicada sacudida
mis hombros de la blusa se desprenden;
semidesnuda estoy, y enardecida,
y alzo los brazos, que hacia a ti se extienden.
detente brevemente en la cintura,
rodéame en caricias circulares,
y explora el resto de mi arquitectura,
con paso franco a todos mis lugares.
cae la falda a los pies..., al fin desnuda...
qué libertad e independencia siento.
no queda en mi vacilación ni duda,
sólo serenidad..., y atrevimiento.
están mis ojos en tus ojos fijos,
y tus manos me arropan insistentes;
suaves contactos causan regocijos,
lentas fricciones llegan más frecuentes.
aproxímate más, cúbreme entera,
encadéname a ti, y abre mi rosa,
dame un beso total, de tal manera
que resulte en fusión voluptuosa.
quédate en pie y recibe el doble abrazo,
y al rodear tu cuerpo con mis piernas,
introduce tu furia de un zarpazo
anegando mis cámaras internas.
el ímpetu, el gemido y los sudores
me dirán que soy tuya y eres mío;
seremos mutuamente posesores,
como el cauce y las aguas en el río.
francisco álvarez.
¿una foto para el feis? ¿así está bien?
13. en ti termino
este objeto de amor no es un objeto puro;
es un objeto bello, y creo que eso basta.
bellos son sus brazos, sus hombros, sus senos;
bellos son sus ojos (¡y qué bien me mienten!)
deseable, me engaña, o furtiva, resbala
suave, suavemente, con física dulzura,
o gravita hacia un centro más secreto que el alma;
o duele con un fuego más real que el cariño.
si la beso, no hablo; si la toco, no creo;
y me quedo callado mirándola muy cerca,
o me duermo en sus brazos, o me muero en su espasmo,
y en aniquilarme hallo cierto descanso.
gabriel celaya
cariño, pero, ¿qué puedo hacer si te gano tanto en el lecho como en el ajedrez? soy muy buena en ambos.
14. aquí en mi cuerpo
aquí en mi cuerpo
acabó de pasar el mediodía
y por mi piel respira un agua
atardecida.
los labios están secos,
guardo en la lengua
los aromas.
si acaso pusieras
tu mano
entre mis muslos,
sabrías que estás vivo.
saborearías mi sal.
haríamos un pozo
en el tiempo,
y dejaríamos que el sol
nos madurara.
renata durán
¿así no se colocan las piezas? ven, tienes que enseñarme.
15. el árbol
a un árbol, desnuda, subí cierta vez:
la lisa corteza mis muslos asían,
en húmedo musgo fincaba los pies.
tan alto que, apenas, las hojas mojadas
del sol me cubrían
con sombra discreta,
me puse a horcajadas
en cómoda horqueta
y balanceaba feliz, al desgaire,
los pies en el aire.
de lluvia temprana, besando mi piel
las gotas rodaban del fresco dosel;
de zumo de flores bermejas tenía
las plantas, y el musgo mis brazos cubría.
y al soplo impetuoso
del viento -al empuje de fuerzas internas-
el árbol hermoso
tremaba de vida...
lo sentí de pronto, toda estremecida,
y apreté las piernas
y posé, entreabiertos, los labios en llama
sobre la vellosa nuca de la rama.
pierre louys, de las canciones de bilitis
estoy un poco indecisa. no sé a qué jugar. ven, ayúdame a decidirme.
16. marie claire
una noche en parís me raptó marie claire;
me tomó de la mano, me llevó a su mansión,
me tendió sobre un lecho, se quitó el camisón
y mostró sus encantos, que eran dignos de ver.
derramó sus oscuros cabellos sobre mí
y abrazó bien mi vida, que no vale un real.
se ofreció sin reservas, turbadora, ideal
y apretó entre sus muslos mi liviano existir.
oh, sultana divina, qué pasión, qué placer
galopar sobre un cuerpo de tan firme esplendor;
oh, amazona de un cuento, tú sí sabes de amor,
de ese amor que nos hace invencibles, tal vez.
hoy me acuerdo del triunfo de les champs elysée
y del sena y tus labios, de tu olor de azahar,
y me pongo muy triste, y me pongo a pensar
en un lecho, una noche de parís, marie claire.
josé lupiáñez
siempre me he sentido atraída por las piezas grandes
17. propuesta del higo
te propongo
la dulzura del higo,
su carne sonrosada,
replegada y húmeda
como un animal marino.
goza el misterio de este fruto,
su textura de molusco,
su íntimo tamaño.
tersa,
su pulpa
apremiará el deseo
de tu lengua.
te propongo
las delicias del higo.
muerde su violado,
desamparado centro,
prueba de nuevo -empecinado-
su carne
que guarda mieles y diluvios.
las delicias y dulzura del higo
-pequeño y desbordado-
tan sólo te propongo.
que tu boca profunda
se demore
en el dulzor secreto
que asalte con lentitud
su carne desvelada.
deja que a tu paladar
traiga la memoria
de sabores primitivos.
carmen matute.
este reloj es tan antiguo que no funciona. su minutero no anda. ¿no tienes otro?
18. iniciación
sobre el busto de mármol se contornan los senos,
y apartando con nimias complacencias la bata,
succiono los erguidos pezones de escarlata:
pomos donde se acendran invisibles venenos.
ella ciñe los muslos, vigorosos y plenos,
donde el sexo apremiado se defiende y recata,
mientras se contorsiona con lujurias de gata,
al roce de mis labios que la exploran obscenos.
a un desmayo de toda su belleza vibrante,
logra mi mano intrusa desligar un instante
de sus piernas esquivas el frenético nudo.
y de todas mis ansias en el ímpetu ciego,
busco el cáliz virgíneo de su cuerpo desnudo,
y a una lenta tortura de puñales le entrego.
miguel rash-isla
¿estás seguro que hay mate en tres en esta posición? ya llevo veinte minutos así sin moverme y no lo hallo.
19. amor fou
apaguemos la vela y en silencio
hagamos el amor palpando sombras.
que crujan de placer nuestros desnudos.
que las ondas de aliento entrecortado
te rosen el fulgor de los pezones.
probemos de esta miel la noche toda.
luego me marcharé sin despertarte:
no dejaré ningún beso dormido
sobre tus labios blandos y entreabiertos.
y olvidaré las calles que desande,
por si vuelve a surgirnos la ocasión
de querernos como desconocidos
de "el vino de los amantes", hiperión, 2001.
rafael espejo.
la verdad que cuando me dijiste para jugar un "mañanero", tenía pensada otra cosa.
20. florinda
yo noté que apretabas, florinda, mi cintura,
que tus manos me hacían resbalar hasta el cielo,
que tu poma dulcísima me estallaba en los labios
y tus brazos me alzaban para siempre al seol.
yo noté que rondaba tu manzana redonda,
que mordía la pulpa cada vez más sediento,
que los dientes dejaban su mejor tintineo...
me sangrabas con perlas, con anillos y ajorcas,
tu pulsera, el diamante, me rasgó ¿lo recuerdas?
pero yo penetraba -¡la humedad!-, penetraba,
zahiriendo tu oreja o el zarcillo dorado.
te encajaste rotunda, decidida, perfecta,
dimos vueltas al mundo y entornabas los ojos,
era un gozo sentirse caballero a tu costa
y marcar en tu espalda el mejor tatuaje.
era la dicha entonces navegar a tu suerte,
y apretar tu cadera que es la luna redonda.
te encajaste rotunda, decidida, ¿lo dije?,
éramos invencibles, intangibles, eternos.
pero yo penetraba furibundo en tu gema,
la que tanto se enciende, la que más centellea,
ese párpado cálido, esa rosa cruel,
y fue entonces que al filo de tu pétalo insomne
llegó extraña la plata de la dicha, florinda.
lo que fue, con la pluma, que felices nos hizo,
queda escrito, mi vida, que por vos sigue inquieta.
josé lupiáñez
mira, las piezas son muy bonitas, pero el color es tan parecido que me voy a confundir
21. soy la muchacha mala de la historia
soy
la muchacha mala de la historia
la que fornicó con tres hombres
y le sacó los cuernos a su marido.
soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas
la que le quitó lentamente
su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril,
soy la mujer que lo castró
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.
soy
la muchacha mala de la historia.
maría emilia cornejo
eres un exagerado. ¿cómo es eso que mis grandes pechos impiden que el tablero salga completo en la foto?
22. intimidad
la noche vuelve secreta
a tantear mi cuerpo
me penetra lenta y suave
me abro
como una flor nocturna.
orietta lozano
¿quieres la pieza? ven, cógela
23. ars loga, vita brevis
recuerdo muy bien aquella lengua.
aquella suavidad, aquella forma dulce
y delicada de acariciar la verga, de acunarla.
amaba mucho aquella gracia suya,
aquellos labios diestros y carnales,
sonrientes.
al cabo de los años, he olvidado los ojos,
los senos, los tobillos, aquel cuerpo
de belleza común. fueron pasto del tiempo.
pero recuerdo bien aquella lengua.
mi memoria resulta agradecida.
un proverbio latino nos habla de estas cosas.
de andén de cercanías, ed. pre-textos, valencia, 1996
enric sòria
me pondré detrás tuyo a cierta distancia para jugar a la ciega. tú sólo díctame tus jugadas que yo te responderé.
24. conjuros para la noche de una virgen
ah, ese látigo, ese látigo que gime entre los muslos,
que despliega en la sombra su tenaz poderío,
ese látigo que viene de la muerte hacia la muerte,
aventando cenizas a los aires más puros,
señalando fronteras en cinturas y pechos,
recorriendo la piel con cierto escalofrío.
ese átigo, su furor incansable,
pongo hoy en tus manos y celebro sus llagas.
fuente de esperma, cabellera al viento,
navegar de tu vientre en un mar imposible,
coronas de cansancio y manos que resbalan
y resbalan y caen y caen trepando el muro,
la imponente pared que, al fin,
mármol o sangre, resquebrajada se desploma.
ah, ese látigo, camino de elefantes,
muñeca de trapo herida de alfileres,
cruz donde la piel termina y su bosque de pelo.
olas blancas de sábanas sobre tus ojos locos,
dientes sin más oficio que morder en su dicha,
placer de ser un dedo, un cuchillo, la sombra.
"hemos venido caminando, hemos buscado eternamente,
y hoy, por fin, llegamos a nosotros,
ponemos nuestra planta en tierra verdadera."
la ceremonia, el rito con incienso de voces,
húmedos labios, palabras como espejos,
ha de tener su principio solemne:
dilatada pupila, ejercicio de furia y de sonámbulo,
estatuas que el cincel deseara.
más tarde se extenderá el silencio,
un silencio de océano vacío,
una calma impasible de nieve
donde la sangre cantará su derrota.
al terminar se oirán dos voces,
súbitamente naciendo de la nada
y un tropel de caballos en celo
moverá las cortinas y pisará los sueños.
la luz del día, 26 de agosto, pondrá su velo azul
sobre caricia y hueso, pezón alzado y extinta lengua.
jornal de ausencia pagará estás horas,
olor de sucia oveja y plantas que se pudren.
"si hemos andado, hemos andado hasta llegar aquí
y ahora sabemos que no era ésta nuestra tierra."
rasgando el aire, nubes, sol, luna, estrellas,
un látigo de fuego pregona su condena.
juan luis panero.
que, ¿por qué el antifaz? trato de distraerte para así ganarte. todo vale, ¿no?
25.- un momento estoy solo: tú allá abajo...
un momento estoy solo: tú allá abajo
te ajetreas en torno de mi cosa,
delicada y voraz, dulce y fogosa,
embebida en tu trémulo trabajo.
toda fervor y beso y agasajo
toda salivas suaves y jugosa
calentura carnal, abres la rosa
de los vientos de vértigo en que viajo.
mas la brecha entre el goce y la demencia,
a medida que apuras la cadencia,
intolerablemente me disloca,
y al fin me rompe, y soy ya puro embate,
y un yo sin mí ya tuyo a ciegas late
gestándose la noche de tu boca.
tomás segovia.
cada vez que vas perdiendo en el ajedrez te pones a jugar otra cosa
26. levante
como el urgente viento de levante te adentras
en mi alcoba, alocando mis folios y mis ansias,
trastocando los puntos cardinales, hurgando
en mis más escondidos secretos. sin respeto
escarbas en mi cuerpo, me lastimas de semen
y de dudas, me cambias de improviso los pocos
referentes que aún sostenían el mundo.
no puedo detenerte. me visto de veleta
y señalo hacia el este mientras que estás conmigo.
josefa parra. alcoba del agua. 2002
primer paso. aprender a colocar las piezas sobre el tablero.
27. como gata boca arriba
te quiero como gata boca arriba,
panza arriba te quiero,
maullando a través de tu mirada,
de este amor-jaula
violento,
lleno de zarpazos
como una luna de noche
y dos gatos enamorados
discutiendo su amor en los tejados,
amándose a gritos y llantos,
a maldiciones, lágrimas y sonrisas
(de esas que hacen temblar el cuerpo de alegría)
te quiero como gata panza arriba
y me defiendo de huir,
de dejar esta pelea
de callejones y noches sin hablarnos,
este amor que me marea,
que me llena de polen,
de fertilidad
y me anda en el día por la espalda
haciéndome cosquillas.
no me voy, no quiero irme, dejarte,
te busco agazapada
ronroneando,
te busco saliendo detrás del sofá,
brincando sobre tu cama,
pasándote la cola por los ojos,
te busco desperezándome en la alfombra,
poniéndome los anteojos para leer
libros de educación del hogar
y no andar chiflada y saber manejar la casa,
poner la comida,
asear los cuartos,
amarte sin polvo y sin desorden,
amarte organizadamente,
poniéndole orden a este alboroto
de revolución y trabajo y amor
a tiempo y destiempo
de noche, de madrugada,
en el baño,
riéndonos como gatos mansos,
lamiéndonos la cara como gatos viejos y cansados
a los pies del sofá de leer el periódico.
te quiero como gata agradecida,
gorda de estar mimada,
te quiero como gata flaca
perseguida y llorona,
te quiero como gata, mi amor,
como gata, gioconda,
como mujer,
te quiero.
gioconda belli.
jaque mate
28. claudia en la biblioteca
para rafael espejo
rebuscas en los libros
con un extraño afán de jardinera.
delicada y ansiosa, de perfil me pareces
distinta cuando curvas las rodillas
y se tensan tus muslos
debajo del vaquero. muerte lenta
contemplar, sin tocado,
el pequeño tatuaje en tu cintura.
será mejor sufrir que describir los pechos:
¿quién se atreve a cruzar los toboganes
que unen la palabra con su tema?
así que huyo
y finjo distracción.
si volvieras la vista a quien te escribe
desaparecerías, y es demasiado pronto.
sigue leyendo, claudia.
haces bien en amarte.
andrés neuman. de "el tobogán" 1998 - 2001
iluso. ¿así que pensaste vencerme con tu estilo morphiniano, chigoriniano, alekhiniano, fischeriano y kasparoviano? pues, a mí me bastó mi mortal cruce y descruce de piernas para hacerte probar el polvo de la derrota.
29. íntima
se recogió la vida para verme pasar.
me fui perdiendo átomo por átomo de mi carne
y fui resbalándome poco poco al alma.
peregrina en mí misma, me anduve un largo instante.
me prolongué en el rumbo de aquel camino errante
que se abría en mi interior,
y me llegué hasta mí, íntima.
conmigo cabalgando seguí por la sombra del tiempo
y me hice paisaje lejos de mi visión.
me conocí mensaje lejos de mi palabra.
me sentí vida al reverso de una superficie de colores y formas
y me vi claridad ahuyentando la sombra vaciada en la tierra desde el hombre.
julia de burgos
¡postmorten! postmorten le voy a dar yo con este trajecito cuando regrese del torneo y quiera analizar la partida jugada
30.- a unas muchachas que hacen eso en lo oscuro
bésense en la boca, lésbicas
baudelerianas, árdanse, aliméntense
o no por el tacto rubio de los pelos, largo
a largo el hueso gozoso, vívanse
la una a la otra en la sábana
perversa,
y
áureas y serpientes ríanse
del vicio en el
encantamiento flexible, total
está lloviendo peste por todas partes de una costa
a otra de la especie, torrencial
el semen ciego en su granizo mortuorio
del este lúgubre
al oeste, a juzgar
por el sonido y la furia del
espectáculo.
así,
equívocas doncellas, húndanse, acéitense
locas de alto a a bajo, jueguen
a eso, ábranse al abismo, ciérrense
como dos grandes orquídeas, diástole y sístole
de un mismo espejo.
de ustedes
se dirá que amaron la trizadura.
nadie va a hablar de belleza.
gonzalo rojas
¿qué tratas de decirme que si yo juego con dos damas tú también debes de hacerlo?
31.-
cabalgabas sobre mí desesperadamente
tus labios tomaron posesión de mi sexo
y una lluvia de estrellas bañó nuestros cuerpos
y tu semen vino a mí curando todas mis penas
maría emilia cornejo
un tablero muy original, parece un barco... ¡pirata! ¡ahora entiendo porqué no dejas de murmurar: "al abordaje", cada vez que me lanzas una libidinosa mirada
Wow! qué maravillosa entrada, me ha encantado, has recogido poemas eróticos que son preciosos, e imágenes realmente bellas, para mirar y no quitar ojo de ellas. Chapó por esta entrada, te felicito.
ResponderEliminarY de todos los poemas me ha encantado éste:
4. venus (extracto)
...
soy venus, desde hace años soy la elegida,
yo soy aquella por la cual delirarán
aquella que besarán en los pies
en los pies lacrados de heridas
en los pies cubiertos de enemigos
sobre mi jinete cabalgo hasta no verte más
cabalgo como una diosa enfurecida
cojo las crines de tu pelo,
hundo mis espuelas en tus ancas
y mientras tú gimes dejo caer mi saliva
una raya larga de mi saliva sobre tu frente
hincha tu sexo para bendecirme, y así,
cabalgando uno frente a otro, habremos
quebrantado el dolor
y seremos los héroes, los héroes
con el nombre de dios entre los labios
jadeantes.
rocío silva santisteban
Y de las imágenes también voy a elegir, aunque son todas divinas, me quedo con el cuerpo de la imagen 21 me encanta ese cuerpo, esos pechos.
Un placer haber estado en tu blog.
Un beso.
me ha gustado tu entusiasmo por este post y también las elecciones que has hecho.
Eliminarun beso.
En el aálisis hay dos cuadros blancos en los extremos. Todo lo demás es genial. Mujeres y ajedrez.
ResponderEliminarsaludos
pareciera que hay dos cuadros blancos en los extremos del tablero de la imagen de "análisis". esto es debido al ángulo y a la extraña posición del tablero donde incluso algunos escaques negros se ven más pequeños que los blancos.
Eliminarmujeres y ajedrez... es óptimo tener los dos, pero si se tratara de elegir uno de los dos, estoy seguro que el ajedrez saldría perdiendo.
saludos
Me ha gustado el poema de la Gioconda Belli.
ResponderEliminarSaludos!
y tiene otro, titulado "como gata boca arriba" que no lo puse porque es un tanto extenso y muy conocido; siendo mi idea inicial la de colocar tan sólo un poema por autor.
Eliminarde todas maneras este post (como tantos otros, por ejemplo, "personalidades del signo escorpio" o "el lado más dark de su signo zodiacal") tiene carácter de abierto, y cuando encuentre una imagen apropiada la añadiré, así como otros poemas que vaya encontrando.
saludos.
¡Me he quedado completamente enrocado! Y con ganas de que Mª Grazia Cucinotta me practique la defensa siciliana.
ResponderEliminarBuenos textos.
Saludos!
Borgo.
¡vaya entusiasmo!
Eliminar¿quién dijo que el ajedrez era un juego aburrido?
bienvenido al blog
saludos
Muero de risa por lo textos de la fotos, jaja. Muero.
ResponderEliminar¡Al abordaje! jaja
¡eso, al abordaje, ñam, ñam! jajajaja
Eliminarbesos.
Hola Draco .... Ahora se por que te gusta tanto el ajedrez , por cierto , es una combinación de ajedrez y striptis , jajajajaja menos mal que ya estamos en verano y no hace frio si no las pobre se morian de una pulmonia , jajajajaja.
ResponderEliminarPd , Perdona por no pasar a leerte antes pero es que estado unos días sin internet , por que estan de obras en la finca y estan poniendo la dichosa fibra en todo el edificio , besos de Flor.
no te preocupes por no haberme visitado antes ya que los contratiempos son cosas que no podemos controlar.
Eliminaren cuanto a las damas... ¿verdad que están de lo mas veraniegas? je.
besos
jajaja me queda clarísimo que eres un enoorme trabajador, por esta afición tuya a las recopilaciones, que te encanta el ajedrez y que en cuestiones de amor, prefieres sin duda, el verano como estación ; )
ResponderEliminarMil gracias, un abrazo muy fuerte y que San Valentín te colme de todos sus favores jajajaja
mientras haya espacio a la hora de elaborar el post, ¿por qué no usarlo?
Eliminarun abrazo muy fuerte también para ti y que igualmente san valentín se porte como debe ser.
besos.
Ahora que me fijo en los comentarios ¡son de 2016! jajaja o sea que esta entrada la tenías guardada en el baúl... gracias igualmente, es bueno airear la ropa para que no se apolille, anque aquí, ropa más bien poca ; )
ResponderEliminarlo que ocurre es que en lugar de entrar al post principal que he actualizado, has entrado a un post relacionado ya publicado anteriormente.
Eliminarpero como es la primera vez que entras a este post nada ha sido en vano.
besos reiterados.