18 jun 2023

tale: the shadows on the wall / las sombras sobre la pared. mary eleanor wilkins freeman

texto completo

un paso al más allá (one step beyond) fue una serie de terror paranormal estadounidense de 96 capítulos que fue emitida a través de la cadena abc desde el 20 de enero de 1959 hasta el 4 de julio de 1961.

en mi país la emitieron a mediados de la década del setenta cuando yo era niño y la veía junto a mi padre y a veces con una de mis hermanas mayores, no recuerdo si viernes o sábado a eso de las nueve o diez de la noche de cada semana. con el pasar de los años y las nuevas reposiciones y yo haciéndome cada vez más mayor, me llegué a preguntar si tales historias eran reales o eran tan sólo el producto de la imaginación de los guionistas.

al menos recientemente he descubierto que una de tales historias fue inspirada por un relato corto de tipo paranormal titulado las sombras en la pared y escrito por la autora estadounidense mary eleanor wilkins freeman.


las sombras en la pared fue publicada como parte de otras historias de tipo paranormal en el libro titulado el viento en el rosal y otras historias de lo sobrenatural (the wind in the rose-bush and other stories of the supernatural) en el año 1903.

a continuación voy a presentar el capítulo de un paso al más allá titulado: la imagen de la muerte (image of death) ambientado, según el presentador de la serie, en el año de 1892. el capítulo pertenece a la primera temporada y fue emitido en la semana número 18.

recordar que tanto el capítulo de la serie un paso al más allá y el texto literario, son dos historias completamente diferentes; que lo del capítulo de la serie, es tan sólo una inspiración de la obra que escribió la autora.

a continuación, una breve biografía de la autora y el texto completo.




texto completo

-henry disputó con edward en el estudio la noche anterior que edward muriera. -dijo caroline glynn.

ella no habló con acrimonia, sino con grave severidad. rebecca ann glynn boqueó a modo de asenso. se sentó en un amplio volante de seda negra en la esquina del sofá, y aterrorizada movió los ojos desde su hermana caroline hasta su hermana mrs, stephen brigham, quien había sido emma glynn, la única belleza de la familia. la última era aún hermosa, con una larga, espléndida, madura belleza, ella llenaba una gran mecedora con su soberbia mole de feminidad, y se mecía despacio hacia atrás y hacia adelante, sus sedas negras crujiendo y sus volantes negros revoloteando. incluso el impacto de la muerte -porque su hermano edward yacía muerto en la casa- no pudo perturbar su externa serenidad de comportamiento.

pero incluso su expresión de magistral placidez cambió ante el anuncio de su hermana caroline y el boqueo de terror y angustia de su hermana rebecca ann en respuesta.

-pienso que henry podría haber controlado su mal genio, cuando el pobre edward estaba tan cerca de su final. -dijo ella con una aspereza la cual perturbó ligeramente las curvas rosadas de su hermosa boca.

-por supuesto que él no lo sabía. -murmuró rebecca ann en un tono débil.

-por supuesto que él no lo sabía. -dijo caroline rápidamente. ella se volvió contra su hermana con una extraña, aguda mirada de sospecha. luego se encogió como ante la posible respuesta de la otra.

rebecca boqueó de nuevo. la hermana casada, mrs. emma brigham estaba ahora sentada erguida en su silla; ella había cesado de mecerse, y estaba mirándolas a ambas de hito en hito con una repentina acentuación de aire de familia en su rostro.

-¿qué quieres decir? -dijo ella imparcialmente a ambas. entonces ella, también, parecía encogerse ante una posible respuesta. incluso sonrió una evasiva especie de risa.

-nadie quiere decir nada. -dijo caroline firmemente. ella se levantó y cruzó la habitación hacia la puerta con una severa decisión.

-¿dónde vas? -preguntó mrs. brigham.

-tengo algo que hacer. -replicó caroline, y las otras al mismo tiempo supieron por su tono que ella tenía algún solemne y triste deber que cumplir en la cámara de la muerte.

-oh. -dijo mrs. brigham.

después de que la puerta se hubiera cerrado detrás de caroline, se volvió hacia rebecca.

-¿henry disputó mucho con él? -preguntó ella.

-ellos estaban hablando muy alto. -replicó rebecca evasivamente.

mrs. brigham la miró. no había vuelto a mecerse. todavía se sentaba erguida, con un ligero fruncimiento de intensidad en su frente clara, entre las bonitas curvas ondulantes de su cabello pardo rojizo.

-¿alguna vez escuchaste algo? -preguntó en voz baja con una mirada de soslayo hacia la puerta.

-yo estaba justo atravesando el vestíbulo en el salón sur, y esa puerta estaba abierta y esta puerta entreabierta. -replicó rebecca con un ligero rubor.

-entonces tú debes de haber...

 -no pude evitarlo.

-¿todo?

-la mayor parte de ella.

-¿qué era?

-la vieja historia.

-supongo que henry estaba furioso, como estaba siempre, porque edward estaba viviendo aquí gratis, desde que él había malgastado todo el dinero que le dejó su padre.

rebecca hizo señas con la cabeza, con una temerosa mirada de soslayo a la puerta.

cuando emma habló nuevamente su voz era aún más acallada. -sabía cómo se sentía él, -dijo ella.- a él debe de haberle parecido como si edward estuviera viviendo a sus expensas, pero él no lo hacía.

-no, él no lo hacía.

-y edward tenía un derecho aquí de acuerdo con los términos de la voluntad del padre, y henry debería de haberlo recordado.

-sí, él debería.

-¿él dijo cosas duras?

-un poco duras, de lo que yo escuché.

-¿qué?

-yo le escuché decirle a edward que él no tenía nada que hacer aquí en absoluto, y que él pensaba que era mejor que se fuera.

-¿qué dijo edward?

-que él permanecería aquí mientras él viviera y después, también, si él tuviera ganas, y que a él le gustaría ver a henry sacarlo; y entonces...

-¿qué?

-entonces él se río.

-¿qué dijo henry?

-no le escuché decir nada, pero...

-yo lo vi cuando él salió de esta habitación.

-¿él parecía furioso?

-tú lo has visto cuando él se veía así.

-emma hizo señas con la cabeza. la expresión de terror en su rostro se había profundizado.

-¿tú recuerdas aquella vez que él mató a la gata porque ella lo había arañado?

-sí. ¡no!

entonces caroline reentró en la habitación; ella subió hasta la estufa, en la cual un leño de fuego estaba ardiendo -era un frío, día pesado de otoño- y calentó sus manos, las cuales estaban enrojecidas por la reciente lavada en agua fría.

mrs. brigham la miró y dudó. ella miró de soslayo a la puerta, la cual estaba aún entreabierta; no se cerró fácilmente, estando todavía hinchada con el clima húmedo del verano. ella se levantó y la empujó con un golpe seco. el cual sacudió la casa. rebecca se sobresaltó dolorosamente con una media exclamación. caroline la miró con desaprobación.

-es hora de que controles tus nervios, rebecca, dijo ella.

mrs. brigham retornando desde la puerta cerrada, dijo imperiosamente que al necesitar ser arreglada, la cerró tan fuerte.

-se contraerá lo suficiente después de que nosotras hayamos tenido el fuego unos cuantos días, replicó caroline.

-pienso que henry debería de estar avergonzado de sí mismo por hablar como lo hizo con edward. -dijo mrs. brigham abruptamente, pero con una voz casi inaudible.

-chitón. -dijo caroline. con una mirada de soslayo de actual temor a la puerta cerrada.

-nadie puede escuchar con la puerta cerrada. yo digo de nuevo que pienso que henry debería estar avergonzado de sí mismo. yo no debería de pensar que él alguna vez lo superaría, disputando con el pobre edward la misma noche anterior que él muriera. edward tenía bastante ligera mejor disposición que henry, con todas sus faltas.

-nunca le escuché decir un cruce de palabra, a menos que él le hablara enfadado a henry aquella última noche. no sé sino que él lo hizo a causa de lo que rebecca escuchó por casualidad.

-no tan enfadado, como algo suave, y dulce, y agravante. -resolló rebeca.

-¿qué piensas realmente que afligió a edward? -preguntó emma en poco más que un susurro. ella no miró a su hermana.

-yo sabía que tú dijiste que él tenía dolores terribles en su estómago, y que tenía espasmos, pero, ¿qué piensas que le hizo tenerlos?

-henry lo llamó molestia gástrica. tú sabes que edward siempre ha tenido dispepsia.

mrs. brigham dudó un momento. -¿se habló de un... examen? -dijo ella.

entonces caroline se volvió contra ella fieramente.

-no. -dijo ella con una voz terrible- -no.

las almas de las tres hermanas parecían encontrarse en un terreno común de aterrorizado entendimiento a través de sus ojos.

la vieja aldaba de la puerta se oyó traquetear, y un empujón desde afuera hizo que la puerta se sacudiera ineficazmente. "es henry." rebecca suspiró más que murmuró. mrs. brigham se sentó, después de una prisa silenciosa a través del piso, de nuevo en su mecedora, y estaba balanceándose hacia atrás y hacia adelante con su cabeza cómodamente apoyada hacia atrás, cuando la puerta al fin cedió y entró henry glynn. él dirigió una encubiertamente aguda, comprensiva mirada de soslayo a mrs. brigham con su elaborada calma; a rebecca tranquilamente acurrucada en la esquina del sofá con su pañuelo hacia su rostro y sólo una pequeña oreja enrojecida descubierta tan atenta como la de un perro; y a caroline sentada con una compostura forzada en su sillón junto a la estufa. ella miró sus ojos muy firmemente con una mirada de inescrutable temor, y desafío del miedo y de él.

henry glynn se parecía más a esta hermana que a las otras. ambos tenían la misma delicadeza dura de forma y aquilinidad de rasgos. ellos se confrontaban el uno a la otra con la inhumana inmovilidad de dos estatuas en cuyas fisonomías de mármol las emociones estaban fijadas para toda la eternidad.

entonces henry glynn sonrió y la sonrisa transformó su rostro. él parecía repentinamente años más joven, y un atrevimiento casi amuchachado apareció en su rostro. se arrojó a una silla con un gesto el cual era desconcertante desde su incongruencia con su apariencia en general. reclinó su cabeza hacia atrás, echó una pierna sobre la otra, y miró alegre a mrs. brigham.

-yo declaro, emma, que tú te pones más joven cada año. dijo él.

-ella se sonrojó un poco, y su plácida boca se ensanchó a las esquinas. era susceptible al elogio.

-nuestros pensamientos de hoy deben pertenecer al único de nosotros que jamás se hará mayor. -dijo caroline con una voz dura.

henry la miró a ella, todavía sonriente. "por supuesto, ninguno de nosotros olvidó eso," dijo él , con una profunda, voz suave; "pero nosotros tenemos que hablar con los vivos, caroline, y yo no he visto a emma durante un largo tiempo, y los vivos son tan queridos como los muertos."

-no para mí. -dijo caroline.

ella se levantó y salió de nuevo abruptamente de la habitación. rebecca también se levantó y se dio prisa después de ella, sollozando ruidosamente.

henry miró lentamente después a ambas.

-caroline está completamente desatada. -dijo él.

mrs. brigham se meció. una confianza en él inspirada por su actitud la estaba ganando insensiblemente a ella. a partir de aquella confianza ella habló muy fácil y naturalmente.

-su muerte fue muy repentina. -dijo ella.

los párpados de henry se estremecieron ligeramente pero su mirada era inquebrantable.

-sí. -dijo él- fue muy repentino. él estuvo enfermo sólo unas cuantas horas.

-¿cómo lo llamaste?

-gástrico.

-¿no pensaste en un examen?

-no hubo necesidad. estoy perfectamente seguro en cuanto a la causa de su muerte.

repentinamente mrs. brigham sintió un hormigueo como de un terror vivo sobre su alma. su carne picaba de frío ante una inflexión de su voz. ella se levantó, tambaleándose sobre sus débiles rodillas.

-¿dónde vas? -preguntó henry en una extraña, voz jadeante.

mrs. brigham dijo algo incoherente acerca de alguna costura la cual ella tenía que hacer -algo negro para el funeral- y salió de la habitación. ella subió hasta la cámara que da a la calle la cual ocupaba. caroline estaba allí. se acercó a ella y tomó sus manos, y las dos hermanas se miraron la una a la otra.

-¡no hables, no, no lo permitiré! -dijo caroline finalmente.

-no lo haré. -replicó emma.

aquella tarde las tres hermanas estaban en el estudio.

mrs. brigham estaba haciendo dobladillos con algún material negro. al final, ella dejó su trabajo sobre su regazo.

-es inútil. no puedo ver para coser otra puntada hasta que tengamos una luz. -dijo ella.

caroline, quien estaba escribiendo algunas cartas en la mesa, se dirigió hacia rebecca, en su usual lugar en el sofá.

-rebecca, sería mejor que consiguieras una lámpara. -dijo ella.

rebecca se sobresaltó; incluso en la obscuridad su rostro mostró su agitación.

-no me parece que necesitemos una lámpara todavía. -dijo ella con una lastimera, voz suplicante como la de una niña.

-sí, la necesitamos. -reiteró mrs. brigham perentoriamente.- no puedo ver para coser otra puntada.

rebecca se levantó y abandonó la habitación. ella entró en seguida con una lámpara. la colocó sobre la mesa, una mesa de juego anticuada la cual estaba colocada contra la pared opuesta a la ventana. aquella pared opuesta estaba tomada con tres puertas; el pequeño espacio estaba ocupado por la mesa.

-¿por qué has colocado aquella lámpara ahí? -preguntó mrs. brigham con más impaciencia de lo que su voz usualmente revelaba.- ¿por qué no la colocaste en el vestíbulo y hubieras acabado con eso? ni caroline ni yo podemos ver si está en aquella mesa.

-pensé que tal vez te moverías. -replicó rebecca roncamente.

-si me muevo, nosotras dos no podemos sentarnos en aquella mesa. caroline tiene su papel todo extendido por todos lados. ¿por qué no colocas la lámpara sobre la mesa del estudio en medio de la habitación, entonces nosotras dos podemos ver?

rebecca dudó. su rostro estaba muy pálido. ella miró con una súplica que era claramente agonizante a su hermana caroline.

-¿por qué no colocas la lámpara en esta mesa, como dice ella? -preguntó caroline, casi fieramente. ¿por qué actúas así, rebecca?

rebecca tomó la lámpara y la colocó encima de la mesa en medio de la habitación sin más palabra. entonces ella se sentó en el sofá y colocó una mano sobre sus ojos como si los resguardara, y así permaneció.

-¿la luz lastima tus ojos, y es ésa la razón del porqué no querías la lámpara? -preguntó amablemente mrs. brigham.

-siempre me gusta sentarme en la obscuridad. -replicó rebecca ahogadamente. entonces ella agarró su pañuelo apresuradamente de su bolsillo y empezó a llorar. caroline continuó escribiendo, mrs. brigham cosiendo.

repentinamente mrs. brigham mientras cosía miró de soslayo a la pared opuesta. la mirada de soslayo se convirtió en una firme mirada fija. ella miró atentamente, su trabajo se suspendió en sus manos. entonces apartó la mirada nuevamente y tomó algunas puntadas más, luego miró de nuevo, y de nuevo volvió a su tarea. al final colocó su trabajo en su regazo y clavó la vista concentradamente. miró desde la pared alrededor de la habitación, tomando nota de los diversos objetos. entonces se dirigió hacia sus hermanas.

-¿qué es eso? -dijo ella.

-¿qué? -preguntó caroline ásperamente.

-aquella extraña sombra sobre la pared. -replicó mrs. brigham.

rebecca se sentó con el rostro oculto; caroline mojó su pluma en el tintero.

-¿por qué ustedes no giran y miran? -preguntó mrs. brigham de una manera sorprendida y algo agraviada.

-estoy de prisa por finalizar esta carta. -replicó caroline brevemente.

mrs. brigham se levantó, su trabajo se deslizó hacia el suelo, y empezó a caminar moviéndose alrededor de la habitación, moviendo varios artículos del mobiliario, con sus ojos sobre la sombra.

entonces repentinamente ella chilló:

-¡miren a esta horrible sombra! ¿qué es? ¡caroline, mira, mira! ¡rebecca, mira! ¿qué es?

toda la placidez triunfante de mrs. brigham se había ido. su hermoso rostro estaba lívido por el horror. ella permaneció señalando firmemente a la sombra.

entonces después de una mirada estremecedora a la pared rebecca prorrumpió en un lamento salvaje.

-¡oh, caroline, ahí está de nuevo, ahí está de nuevo!

-¡caroline glynn, mira! -dijo mrs. brigham. ¡mira! ¿qué es esa terrible sombra?

caroline se levantó, se volvió, y se quedó confrontando la pared.

-¿cómo debería de saberlo? -dijo ella.

-¡ha estado ahí cada noche desde que él murió! -gritó rebecca.

-¿cada noche?

-sí; él murió jueves y éste es sábado; lo que hace tres noches. -dijo caroline rígidamente. ella se quedó como si mantuviera su calma con un tornillo de voluntad concentrada.

-se... se ve como... como... -balbuceó mrs. brigham en un tono de intenso terror.

-sé lo que parece lo suficientemente bien. -dijo caroline.- tengo ojos en mi cabeza.

-se parece a edward. -prorrumpió rebecca en una especie de frenesí de miedo.- sólo...

-sí, se parece. -asintió mrs. brigham, cuyo tono horrorizado era igual al de sus hermanas.- sólo... ¡oh, es horrible! ¿qué es, caroline?

-te pregunto de nuevo, ¿cómo debería de saberlo? -replicó caroline.- yo lo vi ahí igual que tú. ¿cómo debería de saberlo aún más que tú?

-debe ser algo en la habitación. -dijo mrs. brigham, clavando la vista salvajemente alrededor.

-nosotras movimos todo en la habitación la primera noche que vino. -dijo rebecca.- no es nada en la habitación.

caroline se volvió contra ella con una especie de furia. -por supuesto que es algo en la habitación. -dijo ella.- ¡cómo actúas! ¿qué quieres decir hablando así? por supuesto que es algo en la habitación.

-por supuesto que lo es. -concordó mrs. brigham, mirando a caroline sospechosamente.- debe de ser algo en la habitación.

-no es nada en la habitación. -repitió rebecca con obstinado horror.

la puerta se abrió repentinamente y henry glynn entró. él empezó a hablar, entonces sus ojos siguieron la dirección de las otras. él se quedó clavando la vista en la sombra sobre la pared.

-¿qué es eso? -él demandó con una voz extraña.

-debe de ser debido a algo en la habitación. -mrs. brigham dijo lánguidamente.

henry glynn se quedó y clavó la vista un momento más largo. su rostro mostraba una gama de emociones. horror, convicción, luego furiosa incredulidad. repentinamente él empezó a correr adelante y atrás alrededor de la habitación. él movió el mobiliario con tirones feroces, girando siempre para ver el efecto sobre la sombra sobre la pared. ni una línea de sus terribles contornos ondeó.

-¡debe de ser algo en la habitación! -declaró con una voz la cual parecía quebrarse como un latigazo.

su rostro cambió, el secreto más íntimo de su naturaleza parecía evidente sobre su rostro, hasta que uno casi perdía la vista de sus lineamientos. rebecca estaba de pie cerca a su sofá, observándolo con lastimeros, ojos fascinados. mrs brigham agarró la mano de caroline. ambas estaban de pie en una esquina fuera de su camino. por unos momentos él rabió alrededor de la habitación como un animal salvaje enjaulado. movió cada pieza del mobiliario; cuando el movimiento de una pieza no afectaba a la sombra él la derribaba al suelo.

entonces repentinamente él desistió. él rio.

-qué absurdo. -dijo él fácilmente.- tal alboroto por una sombra.

-eso es así. -asintió mrs. brigham con una voz asustada la cual ella trató de hacer natural. mientras hablaba alzó una silla cerca de ella.

-creo que has roto la silla a la que edward estaba habituado. -dijo caroline.

terror e ira estaban luchando por la expresión sobre su rostro. su boca estaba apretada, sus ojos encogiéndose. henry alzó la silla con una muestra de ansiedad.

-justo tan buena como siempre. -dijo apaciblemente. se rio nuevamente, mirando a sus hermanas.- ¿te asusté? -dijo él.- yo debería de pensar que tú podrías estar acostumbrada a mí a estas alturas. tú sabes mi manera de querer saltar hasta el fondo de un misterio, y aquella sombra parece... extraña, igual a... y yo pensé que si había alguna forma de explicarlo me gustaría hacerlo sin demora.

-no pareces haber tenido éxito. -observó caroline secamente, con una ligera mirada de soslayo a la pared.

los ojos de henry siguieron los suyos y él se estremeció perceptiblemente.

-oh, no hay explicación para las sombras. -dijo él, y rio nuevamente.- un hombre es un tonto por tratar de explicar las sombras.

entonces la campanilla de la cena repicó, y todos ellos abandonaron la habitación, pero henry se mantuvo de espaldas a la pared... como hicieron, de hecho, las demás.

henry mostró el camino con un movimiento de alerta como un niño. rebecca cerraba la marcha. ella apenas podía caminar, sus rodillas temblaban tanto.

-yo no puedo sentarme en esa habitación nuevamente esta noche. -ella le susurró a caroline después de la cena.

-muy bien; nos sentaremos en la habitación sur. -replicó caroline.- pienso que nos sentaremos en el gabinete sur. -dijo ella en voz alta.- no está tan húmeda como la del estudio, y tengo frío.

así que todas ellas se sentaron en la habitación sur con su costura. henry leyó el periódico, con su silla atraída cerca a la lámpara sobre la mesa. a eso de las nueve en punto él se levantó abruptamente y cruzó el vestíbulo hasta el estudio. las tres hermanas se miraron unas a otras. mrs. brigham se levantó, dobló sus crujientes faldas compactamente alrededor de ella, y comenzó a caminar de puntillas hacia la puerta.

-¿qué vas a hacer? -inquirió rebecca agitadamente.

-me estoy yendo a ver en qué está él. -replicó mrs. brigham cautelosamente.

mientras ella hablaba señaló hacia la puerta del estudio a través del vestíbulo; estaba entreabierta. henry se había esforzado por juntarla detrás de él, pero de algún modo se había hinchado más allá del límite con una velocidad curiosa. aún estaba entreabierta y un rayó de luz se mostró desde arriba hasta el suelo.

mrs. brigham dobló sus faldas tan apretadamente que su mole con sus curvas abultadas se reveló en una funda de seda negra, y ella fue con un lento caminar a través del vestíbulo hasta la puerta del estudio. se quedó ahí con su ojo en el resquicio.

en la habitación sur rebecca paró de coser y estuvo sentada mirando con atención con los ojos dilatados. caroline cosía sostenidamente. lo que mrs. brigham, permaneciendo en el resquicio en la puerta del estudio, vio fue esto:

henry glynn, razonando evidentemente que el origen de la extraña sombra debe de estar entre la mesa sobre la cual la lámpara estaba en pie y la pared, estaba haciendo pases y estocadas sistemáticas con una vieja espada, la cual había pertenecido a su padre, por todas partes y a través del espacio intervenido. ni una pulgada se dejó sin perforar. él parecía haber dividido el espacio en secciones matemáticas. blandió la espada con una especie de fría furia y cálculo; la hoja despedía destellos de luz, la sombra permaneció inmovible. mrs. brigham, mirando con atención, se sintió helada de terror.

finalmente henry cesó y se quedó con la espada en la mano y la levantó como si fuera a golpear, examinando amenazadoramente la sombra sobre la pared. mrs. brigham se tambaleó de regreso a través del vestíbulo y cerró la puerta de la habitación sur detrás de ella antes de que ella relatara lo que había visto.

-él parecía como un demonio. -dijo ella nuevamente.- ¿has conseguido algo de ese vino añejo en la casa, caroline? no me siento como si pudiera soportar mucho más.

-sí, hay en abundancia. -dijo caroline.- puedes tomar un poco cuando vayas a la cama.

-pienso que será mejor que todas tomemos un poco. -dijo mrs. brigham.- oh, caroline, qué...

-no preguntes; no hables. -dijo caroline.

-no, no voy a hacerlo. -replicó mrs. brigham.- pero...

pronto las tres hermanas se fueron a sus cámaras y el gabinete sur quedó desierto. caroline llamó a henry en el estudio para que extinguiera la luz antes de que él viniera escaleras arriba. ellas habían estado fuera cerca de una hora cuando él entró en la habitación llevando la lámpara la cual se había quedado en el estudio. él la colocó sobre la mesa, y esperó unos cuantos minutos, paseando de arriba a abajo. su rostro era terrible, su tez clara se mostraba lívida, y sus ojos azules parecían espacios en blanco oscuros de horribles reflejos.

entonces él alzó la lámpara y retornó a la biblioteca. colocó la lámpara en el centro de la mesa y la sombra apareció súbitamente sobre la pared. de nuevo estudió el mobiliario y lo movió por todas partes, pero deliberadamente, sin nada de su antiguo frenesí. nada afectó a la sombra. entonces retornó a la habitación sur con la lámpara y de nuevo esperó. nuevamente retornó al estudio y colocó la lámpara sobre la mesa, y la sombra apareció súbitamente sobre la pared. era medianoche antes de que él se fuera escaleras arriba. mrs. brigham y las otras hermanas, quienes no podían dormir, lo escucharon.

al día siguiente fue el funeral. aquella tarde la familia se sentó en la habitación sur. algunos parientes se fueron con ellos. nadie entró al estudio hasta que henry llevó una lámpara ahí dentro después de que los otros se hubieran retirado durante la noche. él vio nuevamente la sombra sobre la pared saltar a una vida espantosa ante la luz.

a la mañana siguiente en el desayuno henry glynn anunció que tenía que ir a la ciudad durante tres días. las hermanas lo miraron con sorpresa. él muy raramente abandonaba la casa, y justo ahora su práctica había estado desatendida por causa de la muerte de edward.

-¿cómo puedes dejar a tus pacientes ahora? -preguntó mrs. brigham sorprendidamente.

-no sé cómo, pero no hay otra forma. -replicó henry fácilmente.- he tenido un telegrama del dr. mitford.

-¿consulta? -inquirió mrs. brigham.

-tengo negocios. -replicó henry.

el doctor mitford era un antiguo compañero de clases suyo quien vivía en una ciudad vecina y que ocasionalmente lo visitaba en el caso de una consulta.

después de que él se hubiera ido, mrs. brigham le dijo a caroline que, después de todo, henry no había dicho que él se estaba yendo a consultar con el doctor mitford, y que ella pensaba que era muy extraño.

-todo es muy extraño. -dijo rebecca con un estremecimiento.

-¿qué quieres decir? -inquirió caroline.

-nada. -replicó rebecca.

nadie entró al estudio aquel día, ni al siguiente. al tercer día henry era esperado en casa, pero él no llegó y el último tren de la ciudad había llegado.

-yo lo llamo un trabajo bastante extraño. -dijo mrs. brigham.- ¡la idea de un doctor abandonando a sus pacientes en tal momento como este, y la idea de una consulta que dura tres días! no hay sentido en ello, y ahora él no ha llegado. no lo comprendo, por mi parte.

-yo tampoco. -dijo rebecca.

todas ellas estaban en el gabinete sur. no había luz en el estudio; la puerta estaba entreabierta.

en seguida mrs. brigham se levantó -ella no podía haber dicho porqué; algo parecía impelerla- algo ajeno a su propia voluntad. ella salió de la habitación, enrollando de nuevo sus crujientes faldas en derredor para que pueda pasar sin hacer ruido., y empezó a empujar la puerta hinchada del estudio.

-ella no ha conseguido ninguna lámpara. -dijo rebecca con una voz temblorosa.

caroline, quien estaba escribiendo cartas, se levantó de nuevo, tomó la única lámpara restante, y siguió a su hermana. rebecca se había levantado, pero ella se quedó temblando, no aventurándose a seguir.

la campanilla de la puerta sonó, pero las demás no la escucharon; era en la puerta sur en el otro lado de la casa desde el estudio. rebecca, después de dudar hasta que la campanilla sonó la segunda vez, fue hasta la puerta; ella recordó que el sirviente estaba fuera.

caroline y su hermana emma entraron al estudio. caroline colocó la lámpara sobre la mesa. ellas miraron a la pared, y habían dos sombras. las hermanas se quedaron apretadas unas a otras, mirando fijamente a las cosas horribles en la pared. entonces rebecca entró, tambaleando con un telegrama en su mano. "aquí hay... un telegrama," ella emitió sonidos entrecortados. "henry está... muerto."

                                      fin
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vocabulario

cada palabra tiene muchas veces diversos significados pero yo me he ceñido a lo que pide el libro y he utilizado como fuente de búsqueda el diccionario enciclopédico quillet (a menos que indique la utilización de otras fuentes):

1. acrimonia: (latín. acrimonia) femenino. calidad de acre: la acrimonia de los olores.- aspereza o desabrimiento en el carácter o en el trato.

2. aldaba: (árabe. addabba) femenino. pieza de hierro o bronce que se pone a las puertas para llamar golpeando.

aldaba

3. aquilino, na: (latín. aquilinus áquila: águila) adjetivo. poético. aguileño. 

4. asenso: (latín. assensus) masculino. acción y efecto de asentir.

5. boquear: verbo intransitivo. abrir la boca.

6. campanilla: (diminutivo de campana) femenino. campana manuable y de usos más variados que la grande. sirve en las iglesias para muchas ceremonias religiosas; en las casas para llamar desde la puerta; en las reuniones numerosas, para que el presidente reclame la atención  de los circunstantes, etc.

7. cámara: (latín vulgar. cámara, griego. kamara: bóveda) femenino. desusado. dormitorio. (fuentereal academia españolahttps://dle.rae.es/c%C3%A1mara )

8. confrontar: (latín medieval. confrontare - confróntese *cum y latín frons, frontis: la frente) verbo intransitivo. confinar, alindar.- estar o ponerse una persona o cosa frente a otra; úsese también como reflexivo.- figurado. congeniar una persona con otra; úsese también como reflexivo. // carear una persona con otra, cuando ambas hubiesen declarado diversamente sobre un mismo hecho, para esclarecer la verdad.- cotejar una cosa con otra, especialmente escritos.

9. dispepsia: (latín. dyspepsia, griego. dyspepsía - confróntese *dys- y *pepsis) femenino. medicina. enfermedad crónica caracterizada por la digestión laboriosa e imperfecta.

10. disputar: (latín. disputare - confróntese *di[s]- y latín. putare: examinar.) verbo transitivo: debatir.- altercar con vehemencia; úsese como intransitivo: disputar de (o sobre, acerca de, por) un asunto.- ejercitarse los estudiantes discutiendo; úsese mucho como intransitivo.- contender, emular con otro para alcanzar o defender alguna cosa.

11. fisonomía: (confróntese *physis y griego. gnomon: conocedor - confróntese *gnosis) femenino. aspecto particular del rostro de una persona, que resulta de la varia combinación de sus facciones.- figurado. aspecto exterior de las cosas.

12. gabinete: (francés. cabínet, diminutivo de cabíne: casilla) masculino. pieza en que las señoras reciben visitas de confianza.

13. impeler: (latín. impéllere - confróntese *in y *péllere) verbo transitivo. dar empuje para producir movimiento.- figurado. incitar, estimular: impeler a alguien a estudiar.

14. prorrumpir: (latín. prorúmpere - confróntese *pro y *rúmpere) verbo intransitivo. salir con ímpetu una cosa.- figurado. proferir repentinamente y con fuerza o violencia una demostración de dolor o pasión vehemente: prorrumpir en lágrimas.

15. rabiar: (latín. rábere) verbo transitivo. impacientarse o enojarse con muestras de cólera y enfado: rabiar contra el maestro.

16. resollar: (latín. *re- y sufflare: soplar) verbo intransitivo. respirar, los seres vivos.- descansar de un trabajo, salir de un apuro.- respirar fuertemente y con algún ruido.- figurado familiar. dar noticia de sí después de algún tiempo.- verbo irregular presente: resuello.

17. resquicio: masculino. abertura que hay entre el quicio y la puerta.- por extensión, cualquiera otra hendidura.- figurado. coyuntura u ocasión que se proporciona para un fin.

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  1. Es un genial relato. Adoro las historias de terror Te mando un beso.

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    1. me agrada mucho que te gusten. un beso también para ti. que tengas un feliz domingo.

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  2. Esa campanilla no traería nada bueno , como así fue.
    Los relatos de terror tienen algo que a todos nos embelesan , al menos a mí, me tienen pendiente de las siguientes páginas .
    Muy bien, gracias por ese diccionario siempre viene bien.
    Un besazo , feliz domingo.

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    1. he tenido que variar y ampliar el comentario que te escribí hace un par de días.

      en el inglés original aparece la palabra "doorbell" que en google se traduce como "timbre", el cual deseché porque da a entender que en la casa hay luz eléctrica, lo cual no es cierto, y me decanté por la literal "campana de la puerta" sin ocurrírseme pensar en campanilla hasta que leí tu comentario el cual hizo que subconscientemente le diera vueltas y vueltas hasta que reaccioné en que aquella es en realidad la palabra correcta.

      y sí, aquella escena final de la campanilla fue el momento culmen de la historia.

      en cuanto al uso del diccionario, también es una parte que me agrada al momento de la traducción.

      un beso, que tengas una feliz semana.

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    2. Jaaa, eso es bueno que la mente la pongamos a funcionar cuando algo no nos cuadra.
      Hay palabras que tienen muchas significados y ellas nos pueden confundir.
      Un besote grande, te deseo feliz verano

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  3. Buscando siempre explicación pensaba que la lámpara tenía una especie de mancha que reflejaba la figura. Lo he sentido un cuento diferente, quizás por el tiempo que mencionas . Nunca vi la serie pero el vídeo, pasaré en unas horas para verlo.

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    1. podría ser, algo así como una mancha o suciedad en la pantalla de la lámpara, pero aquello al final se desestima por la aparición de una segunda sombra..

      el video sólo dura 22 minutos, es entretenido.

      un beso, que tengas una feliz semana.

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    2. Lo acabo de ver, sí, es bueno, me recordó aquellos cuentos cortos que veía de niña, la serie no la conozco, aunque me gustaría. Feliz semana

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    3. algunos capítulos de la serie "un paso al más allá" las puedes encontrar en youtube y son muy buenas para verlas de noche y a solas si es que quieres asustarte por un buen rato, je. además, ahí actúan muy buenos actores de la época.

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    4. Creo que no busqué bien porque nada encontré, me daré otra vuelta.

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    5. de repente es porque aunque algunos de sus capítulos están en castellano, sus títulos están en inglés.

      puedes probar escribiendo en youtube por ejemplo: un paso al más allá - si usted ve a sally

      te dejo el enlace: https://youtu.be/5Ed1zOInPB0

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    6. Gracias por el enlace, ahora que lo abrí, me doy cuenta que aparece algún otro de sugerencia, veré los dos.

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  4. Te puedes creer que me has desbloqueado un recuerdo? he leído el relato (buenísimo por cierto) pero al ponerme el episodio que has puesto de youtube, lo primero que he pensado es que eso lo he visto yo antes en la tele.
    Debo de haberlo visto en alguna cadena autonómica cuando era mas pequeña pero es como si ya hubiese visto esa serie. Que cosa mas curiosa.
    Un besazo Draco!

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    1. jeje, ¡eso suena como que además de pirata, también soy psicólogo!

      puede ser que de pequeña ya hayas visto este capítulo, o que en su defecto, un argumento muy parecido como este lo hayas visto en otra serie paranormal o en alguna película de terror.

      besos. que tengas una feliz semana.

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  5. 😯😯😯 que buena entrada amigo 🖤 desconocía completamente así que me vino super genial tu informe.

    Un beso desde Plegarias en la Noche

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    1. me alegra de haberte servido de algún modo.

      amiga tiffany, un beso. que tengas una feliz semana.

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  6. Hola, Draco
    En los últimos tiempos, ya resulta terrorífico leer noticias con las guerras, las inseguridades, los inventos políticos y la inflación. En verdad, ni leo, ni observo historias de terror, no me llaman la atención; debo tener cuidado con mi corazón.
    “Image of death”, ¿sucedió en 1892?
    Lo lamento, mi muy estimado amigo virtual, no he leído el relato de la escritora estadounidense doña Mary Eleanor Wilkins Freeman. Soy sumamente franca, cuando comento de algún tema, es porque lo he leído cuidadosamente.
    Eso no quiere decir que no sea interesante, siempre publicas temas atrayentes. Mil gracias por tu comprensión.
    Cordiales saludos y… disculpa.

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    1. no hay problema.

      y no, la historia del capítulo de la serie "un paso al más allá" y titulada en inglés como "image of death", jamás ocurrió y la mención del presentador diciendo que fue "ambientada en el año de 1892" fue tan sólo para darle verosimilitud a la historia creada por los guionistas; es más, él no dice tampoco en que país o ciudad ocurrió tal historia; y no la podía decir, por lo mismo, porque jamás existió.

      y no te preocupes, hay personas a las que no les gusta el género de terror, así como hay otras a las que no les gusta otros géneros literarios y yo lo comprendo.

      muchas gracias por tu sinceridad. un abrazo y que pases un feliz martes.

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  7. A veces, hay argumentos recuerrentes en diferentes formatos que sirven de base a diferentes historia como esta, de alguien asesinado que luego se aparece como en este caso como sombras en la pared o como en el episodio del video como la cara de la mujer ( la esposa de él) en la pared, asesinada por su nueva mujer y él como complice, me ha gustado esta historia que más que de terror, me parece de sugestión, porque es eso lo que consigue a lo alrgo de toda la trama. Mil gracias y muchos besos DRACO.

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    1. a veces para sentir miedo en ciertas historias uno tiene que visualizarse más como protagonista y tratar de sentir qué pasaría si uno estuviera ahí presente en un cuarto en semi penumbra alumbrado con tan sólo una vela viendo la(s) silueta(s) de uno o de más familiares recientemente fallecidos. hay que recordar que aunque la historia se publicó en 1903 cuando ya existía invención de la luz eléctrica, la autora situó su historia muchos años antes de tal invención; y encima, el tratar de explicarse del porqué terminan juntos como sombras en una pared como si sus muertes estuvieran de alguna forma relacionadas.

      en la historia del capítulo de la serie, el asunto es mucho más directo donde la sombra de la dama asesinada es como un dedo acusador hacia sus asesinos donde uno de ellos termina confesando debido a su mala conciencia.

      en ambos casos no me gustaría de todas formas terminar viviendo en casas o mansiones como estas.

      muchos besos y que tengas un feliz miércoles.

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  8. Resultó que esa historia ya la había leído en El espejo gótico, aunque la había olvidado. Me gustó volver a leerla.

    http://elespejogotico.blogspot.com/2022/03/las-sombras-en-la-pared-mary-e-wilkins.html

    En esa serie más que una adaptación, parece que tomaron un conflicto central, y lo trasladaron a una historia más frontal.
    Con una mancha cambiante en lugar de una sombra.
    Y el conflicto entre Henry y Edward, una desagradable discusión, a un casamiento de un noble, luego de quedar viudo. De una muerte, que pudo haber sido evitado de haberse ocupado el hermano médico, a lo que se va revelando como un asesinato.

    Desde el principio, la nueva marquesa se muestra muy desagradable. Y por su personalidad, con nada de respeto hacia su esposo, se da entender que fue la impulsora de apresurar la muerte de la primera esposa, que en el cuadro aparece etérea, idealizada. Y en la mancha, aterrorizada.

    Y por lo que resume el presentador, hubo una confesión que llevó al marqués a ser ejecutado.

    Interesante entrada.

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    1. aunque sé de la existencia del blog "el espejo gótico" y de que podría utilizarlo como fuente de consulta para conocer a la casi de la totalidad de historias de terror que se han escrito, no lo hago, porque prefiero que éstas me lleguen de manera aleatoria para no sentirme abrumado.

      lo otro, es que no me voy a ocupar de todas las historias de terror ya sea porque no me dan el mínimo de miedo o porque no me parecen interesantes.

      creo recordar que cuando publiqué el post referido a "el castillo de los cárpatos, me dejaste un link para que visitara aquel blog. cuando llegué a él, me pareció que el bloguero o bien no leyó la novela y simplemente lo que hizo fue copiar y pegar una mala reseña de la misma; o leyéndola, no comprendió cabalmente lo que había leído, ya que lo que había escrito difiere mucho del argumento de la novela.

      y en cuanto a "las sombras en la pared", el bloguero analiza mucho y se pierde en sus propios análisis. él dice por ejemplo que tras la muerte de los dos hermanos, las tres hermanas entran en una especie de incertidumbre existencial sobre sus futuros porque ya no habría un hermano varón directo que las mantendría. aquí por ejemplo, él da a entender que las tres hermanas son solteras y eso no es cierto, ya que una de ellas es casada: mrs. stephen brigham, nombre de soltera: emma glynn. en ningún lugar de la historia se menciona que ella sea viuda o divorciada.

      y si el dr. henry glynn envenenó de alguna manera a edward y si alguna de las hermanas creyó esto, es simplemente especulación.

      la misma especulación se da al pensar que el dr. henry glynn viendo gravemente enfermo a edward no interviene dejando que las cosas simplemente ocurran; en lo que incurriría en mala práctica médica por omisión, lo que llevaría a algún tipo de homicidio.

      y por último, tal vez no decidió intervenir para no tener que operarlo -si es que edward dejaba que lo operen-, ya que el porcentaje de muertes tras una operación abdominal en el siglo xix era muy alto.

      en cuanto a la mancha en la pared en la serie "un paso al más allá"; ella tal vez derivó en una imagen acusatoria que sólo estaba en la mente culposa y la mala conciencia de los asesinos que les terminó jugando una mala pasada, y en una sugestión a los empleados de la casa donde tal vez no había nada.

      saludos.

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  9. No recuerdo haber leído esta historia, pero tal vez por la serie o por alguna otra parodia o imitación, vi algo parecido.

    Gran trabajo, corsario laburante!
    Abrazos

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    1. pueda ser que este argumento haya sido utilizado de manera un tanto modificado en alguna historia.

      muchas gracias por tus amables palabras.

      un abrazo.

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  10. Hola Draco , una entrada muy buena , esto me recuerda las famosas "Caras de velmez" que en realidad no se si es que eran de verdad o eran cosas creadas por alguien que vivía en esa casa , en cuanto a esa serie no la conozco , ya que no he visto pero ahora que lo dices si que me suena de haber visto algún video de ese nombre, yo es que soy muy aficionada a las historias de terror , estilo "Es usted el asesino" de Narciso Ibáñez Menta (padre) ya que también estaba el hijo Narciso Ibáñez Serrador creador del programa UN, DOS, TRES.
    Tu entrada esta muy completa y más por ese punto extra del diccionario palabras que muchas de ellas no las conocía.
    Te deseo un feliz Domingo Besos de flor.

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    1. acabo de leer en wikipedia sobre la historia interesante de las "caras de bélmez" que me hizo recordar a otra historia que fue propalada en un programa paranormal australiano allá por los primeros años del nuevo milenio.

      en este caso, las caras aparecieron en las lápidas de varias tumbas en un cementerio local, así que lo de las "caras de bélmez" puede ser factible.

      no todo puede ser explicado a través de la pareidolia (capacidad humana de reconocer formas en cualquier cosa).

      besos. que tengas una feliz semana.

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