28 jun 2025

saturday hot. your first time / su primera vez

cuando sonó el timbre de la puerta, adolfo dejó de hacer las cosas que estaba haciendo sobre la mesa del comedor de su casa y se acercó a la ventana, viendo a través de la cortina, no al fanático religioso o al vendedor de cualquier cosa al que pensaba despachar rápidamente, sino a ulrike, la hija de su difunto hermano mayor y de su cuñada sonia, a la cual detestaba; aunque todo hay que decirlo, la animadversión entre ellos, era mutua. aquello no sólo le extrañó, ya que raras veces, por no decir casi nunca, recibía alguna visita de la familia en general, y de ella en particular; que, en las veces que ella llegó, siempre lo hacía en la compañía de su padre, ya que su madre siempre se negaba a ir.

-hola ulrike -le dijo, una vez que le abrió la puerta.

por cierto, aquel nombre le disgustaba mucho porque fonéticamente le era difícil decirlo ("sólo a los alemanes les puede gustar este nombre", se decía así mismo), ya que tenía que hacer cierta pausa, "ul... rike", para decirlo claramente y no como algo ininteligible como cuando lo decía rápidamente; y lo terminó de odiar del todo cuando se enteró que fue su cuñada sonia  quien lo eligió.

-hola tío -respondió ella.

y tras los besos afectuosos de rigor a manera de saludo, él le franqueó la puerta haciéndola pasar.

-yo te hacía en... ¿helsinki?... ¿oslo?... ¿reikiavik?... -le dijo él, mientras volvía a su puesto en la mesa del comedor para proseguir con lo que estaba haciendo.

-estocolmo, tío -le dijo ella, mientras le seguía los pasos.

-estoy seguro que mencionaba unas tres ciudades más, y la acertaba -le contestó él, sonriendo.

cuando ella vio el gran montículo de lo que a todas luces eran páginas sueltas de revistas femeninas sobre la mesa, le preguntó:

-¿qué es todo eso?, tío.

-restos de lo último, ¡por fin!, de la herencia no pedida ni deseada de tu difunta tía de la cual me estoy deshaciendo y que me ha hecho descubrir el gratificante y relajante placer del acto de romper. ya me he deshecho de su ropa, zapatos, carteras, fotos, cuadros, alhajas, relojes; que por los cuáles estos dos últimos me han dado cierto dinero, no mucho, pero algo es algo; y todo esto que ahora estás viendo; ella me dejó decenas y decenas de revistas femeninas las cuales coleccionaba porque le gustaba leer las novelas rosas que habían en ellas -le dijo él mientras rompía las hojas en pedazos y las colocaba en una gran bolsa negra.

-¿no te has quedado con nada para recordarla?

-no, ¿para qué?, yo no soy como esos tipos lacrimógenos que se sientan llorando en un sillón lamentándose con la foto de la difunta amada en la mano.

ulrike también vio tres tomos sobre la mesa, a todas luces artesanalmente hechos por su tío y que al ojearlos se dio cuenta rápidamente que su contenido provenía de aquellas revistas.

-tío, qué bonitos.

-ah, sí; de aquellas revistas no todo va a parar a la basura. como al momento de ojearlas encontré en ellas biografías de gente famosa, noticias culturales y recetas de cocina, las rescaté y formé tres tomos diferentes con toda aquella información.

ulrike se quedó en silencio y comenzó como a buscar algo con su mirada alrededor de las diferentes estancias del primer piso de la casa.

-¿qué buscas? -le dijo su tío, tras observarla.

-un estante, para colocarlos. debes tenerlo en alguna otra habitación, quizá en tu cuarto.

-¿estante? ¿libros? no, yo jamás he leído un libro, ni siquiera en el colegio cuando en el curso de literatura del tercer año de secundaria, el profesor nos mandó a leer unos libros resumidos sobre el quijote, la iliada y la odisea. cuando sucedía aquello, yo iba a la biblioteca del colegio, pedía la enciclopedia y sacaba los resúmenes habidas en ella; con eso me las apañaba tanto para hacer la tarea como para los exámenes; y bueno, también les preguntaba a mis compañeros que estaban enterados del asunto por haberlos leído; nunca me ha gustado vivir, ni de la experiencia, ni de la imaginación de otros. todo eso siempre me pareció una gran pérdida de tiempo.

-y, ¿dónde los va a colocar, tío?

-dos van a ir a la mesa de centro de la sala más que nada como adornos para que cuando alguien llegue de visita... bueno, si es que llega alguien, los ojee; el tomo de las recetas va a ir a parar a la cocina, pero tengo que buscarle una funda y sellarlo para que los olores y la grasa que emanan de la comida en plena preparación, no lo malogre. como la mayor parte de mi vida la he vivido solo; sé cocinar, y en estas recetas gourmet he encontrado también muchas de pastelería las cuáles he estado haciendo en estos días. soy un vicioso de todo lo que son tortas, pasteles y postres.

tras esto, se produjo cierto silencio, ulrike se quedó como absorta pensando en encontrar las palabras adecuadas que justifiquen el motivo de su presencia en la casa de su tío y no sabía cómo decirlas; un chasquear de dedos de adolfo la sobresaltó mientras le decía:

-houston, tengo un problema. hay una muchacha en la tierra cuya mente está en otro mundo. espero instrucciones.

-tío, me sorprendió -le dijo ulrike parpadeando.

-estabas como ida. ¿en qué piensas? ¿qué te preocupa?

-tío, no sé cómo decirlo... bueno, sí... quiero deshacerme de algo que ya no quiero tener... de mi virginidad.

y aunque aquella inesperada declaración sorprendió a adolfo, él la tomó de manera natural; ¿por qué? bueno, todo esto hay que ponerlo en contexto para que se pueda comprender.

desde que adolfo nació ya era el bebé hermoso que prefiguraba el galán a futuro que llegaría a ser, haciendo que las mujeres se desvivan por él en todo momento; ya a los siete años, jugando con sus amigos del barrio llegó de visita a la casa de uno de ellos, y cuando ya se hizo tarde y era la hora de partir, una de las jóvenes de la casa decidió que no quería dejarlo salir; "¿y si nos quedáramos con él?", le dijo a su madre; a lo que ella respondió: "¿estás loca? este niño no es un juguete que te has encontrado en la calle; tiene una casa, unos padres, una familia, que empezarán a buscarlo como no llegue". adolfo, un tanto asustado, en el futuro, siempre evitó volver a aquella casa; a los trece años entre sus amigos se puso de moda jugar un juego de damas que en cuyos bandos rojos y negros se representaban los escudos de los dos equipos de fútbol más populares del país; y cada partida de damas era la representación lúdica de aquel clásico que se jugaba en un estadio de fútbol; él no poseía el juego, pero uno de sus amigos, sí; y al irlo a visitar una tarde a su casa para jugar unas cuantas partidas de damas, no lo encontró, pero sí a una de sus hermanas mayores, ivonne, que era como cuatro años mayor que adolfo. ivonne no sólo lo invitó a esperarlo, sino que también se ofreció a jugar unas partidas de damas con él. como estaban los dos solos, ella al final lo terminó seduciendo y lo inició sexualmente; él no le dijo nada a nadie de lo que pasó entre ellos; y años más tarde de ocurrido aquello, se preguntó: "¿y si aquello hubiera tenido consecuencias?" la respuesta le llegaría mucho después: cuando ivonne se casó y se fue a vivir a los estados unidos con su esposo, luego de algunos años se tuvo que divorciar de él por estéril, ya que no podía tener hijos y su esposo sí quería tenerlos; para abreviar, historias como estas se sucedieron a menudo en la vida de adolfo debido a lo guapo que era; en la adolescencia tuvo sus besuqueos que no pasaron a mayores con un par de primas y las novias nunca le faltaron. adolfo no sólo tenía buena presencia, era carismático. encantador, buen conversador y dominaba cualquier escenario donde se presentaba; pero tampoco había que engañarse totalmente con él porque tenía su lado oscuro; pues poseía un humor de lo más mordaz, era cínico, irónico y tenía un veneno punzante en la punta de la lengua cada vez que quería herir a alguien, entre otras lindezas por el estilo. ulrike, acostumbrada a tratarlo desde que nació, no sólo conocía estos dos lados de adolfo, sino que ambos le gustaban.

-y dime, tan sólo por curiosidad, ¿ya eres mayor de edad? -le preguntó adolfo.

-desde la semana pasada, tío. tengo el documento de identidad en regla que lo confirma.

-y, ¿no tienes por ahí un novio o un amiguito que te pueda hacer el favor? actualmente han proliferado y masificado los colegios mixtos; las chicas salen de ahí hasta con marido. ¿qué pasó contigo, eres un poco lenta?

-mamá me dejaba y me recogía del colegio. eso cortaba un poco a los chicos, porque la sentían omnipresente; mucho tiempo después cuando terminé el colegio, me di cuenta que era una forma suya de control.

-y, ¿qué les pasa a los suecos? una belleza exótica como la tuya no puede pasar desapercibida así nada más.

-los suecos se casan entre ellos, tío; quiero decir, muchas veces se casan entre primos.

-ya veo que has asimilado muy bien y rápidamente la idiosincrasia sueca, ya que con respecto a ellos no sólo has subido de nivel, de primos has pasado a tíos, ya que también quieres cometer incesto, conmigo -le dijo adolfo sonriendo.

otra muchacha ya se hubiera ido ante el corrosivo sentido del humor de adolfo, pero ulrike, que lo conocía muy bien, se quedó.

luego de una pequeña pausa, él continuó.

y, ¿porqué yo? no lo pregunto en el sentido de tus gustos a la hora de elegirme, porque es obvio que te gusto; sino, porque debe de haber algo más que eso. las mujeres no van por ahí recorriendo el mundo pidiendo a los hombres que las desvirguen por más fascinadas que estén con ellos.

ulrike pensó un poco antes de contestar.

-desde chica llamó mi atención que en las conversaciones de sobremesa a la hora de almorzar en la familia, surgiera su nombre cada vez que se mencionaba algún hecho negativo, una falta o un delito que aparecía en cualquier plataforma de noticias. aquello alimentó mi imaginación y yo lo veía a usted, primero con curiosidad y luego con cierta admiración e interés.

-digamos que te fuiste enamorando paulatinamente de la leyenda negra que habían creado en torno mío.

-sí, algo así.

-has captado mi atención en un punto. una cosa es pensar etérea y en forma difusa que pudieran por ahí hablar mal de mí en mi ausencia y otra muy diferente a saber a ciencia cierta que lo hacen. ¿qué es lo negativo que se decía de mí?

ulrike meditó otra vez y finalmente contestó:

-por ejemplo, que ya desde chico usted ocasionaba problemas porque lo expulsaron tres veces del colegio.

-la primera vez fue porque había uno que de un tiempo a esta parte me andaba "midiendo", ya sabes, tratando de atemorizarme como queriendo abusar del "chico lindo del salón". yo lo dejaba pasar, y lo evitaba para no meterme en problemas, pero un día vino desde atrás y me dio un fuerte empellón en el hombro diciéndome al momento de pasar al lado mío: "¡fuera estorbo, sal de mi camino!". a mí nadie me pone la mano encima y mucho menos me habla de esa manera; y ese tipo terminó con la cara ensangrentada hecha pelota, más una costilla rota en el tópico de la enfermería del colegio para ser atendido. la segunda vez fue porque me fugué del colegio.

-tío, a nadie lo expulsan por fugarse del colegio. se llama a los padres, nada más.

-lo mío era reiterativo y debido a mi historial de mala conducta... me acuerdo que había un curso llamado obe, orientación y bienestar del educando, que en un año de secundaria lo tenía en la última hora antes de la salida. como nuestro tutor nunca se aparecía, agarré la costumbre de irme cuarenta y cinco minutos antes a casa; pero una vez sí fue y al pasar lista y no encontrarme a pesar que mi nombre marcaba presente en ese día, me reportó a la dirección; eso, sumado a que jamás cumplía la hora de castigo posterior a la hora de salida y que una vez en una olimpiada del colegio que duraba las últimas tres horas de clase de los días miércoles, jueves y viernes en la última semana del mes de julio, en los cuales también me fugué porque, ¿qué hacía yo allí si yo no practicaba ningún deporte? aquello no me gustaba y lo consideraba toda una pérdida de tiempo.

-y, ¿la tercera, tío?

-¿la tercera? la tercera fue la mejor de todas porque nada tuve que ver; verás, unas chicas de un colegio femenino vinieron al nuestro a explicar salón por salón ya no me acuerdo qué, en lo que ellas estaban metidas. el caso es que alguien les gritó una obscenidad de carácter sexual y el profesor me terminó señalando a mí y acabé en la dirección. el director me empezó a sermonear en voz alta como si yo fuera sordo, diciéndome que había traído abajo la reputación del colegio y que a las mujeres se les respeta y un montón de sandeces por el estilo; así que le dije que me baje la voz porque al fin y al cabo yo nada había hecho, que no sabía quién lo había hecho y que así lo supiera no lo diría ya que yo jamás seré un traidor y un soplón porque todo hombre tiene códigos que debe defender; ante esto se puso fuera de sí e intentó golpearme, yo esquivé el golpe y llegué a patearle en la canilla. al final tuvieron que separarnos, y yo otra vez me quedé sin colegio.

-también han dicho que usted no tiene trabajo conocido, que no se sabe de qué vive, que le gustan todo tipo de apuestas, las mujeres, y que tiene hijos no reconocidos cuyas madres no exigen la paternidad a pesar que la prueba del adn las avala porque usted no es una persona muy recomendable para estar al lado de un niño y porque no tiene ingresos regulares como para poder cobrárselos a través de un banco.

-y a pesar de todo eso que has escuchado, ¿has venido hasta aquí para que te desflore?

"y eso que no le he dicho que también lo han tildado de vividor, ya que se casó con una mujer casi quince años mayor que él por la buena posición económica que ella disfrutaba; cuyo matrimonio duró tan sólo dos años debido a que ella murió de cáncer de páncreas, al serle diagnosticada la enfermedad sólo seis meses antes de su muerte." -se quedó pensando en silencio ulrike.

-¿hay más? -preguntó finalmente adolfo ante el silencio pensativo de ulrike.

-no, tío.

-sí, hay más, pero no me lo quieres decir. y sí, vivo de las apuestas y gano siempre un poco más de lo que pierdo; actualmente juego al póker online y me va muy bien; hay que tener mucho talento para eso, y yo lo tengo en cantidades industriales. en cuanto a las mujeres, ellas siempre están y en cuanto a esos niños no reconocidos, no me constan que sean míos, si es que existen.

-están las pruebas de adn, tío.

-¿las has visto?, porque yo no ya que jamás me he sometido a prueba alguna de adn; nunca he visto a ningún hijo supuestamente mío porque nunca me lo han presentado; y no me lo han presentado simplemente porque no existe. y ahora sé muy bien porqué me has elegido para que te desflore. no es sólo porque te gusto, sino también porque si tuvieras que pintar la fachada de tu casa, contratarías a un pintor; si tuvieras problemas de cañerías, filtraciones de agua en el techo o sanitarios defectuosos, contratarías a un fontanero; y si necesitas a alguien que te desvirgue, buscas al mejor, o sea a mí, al mujeriego consumado; que además tengo el plus de que te gusto, y no poco, por lo que parece. te gustan los chicos malos. pero déjame decirte algo, los chicos malos terminan haciendo sufrir a las chicas lindas como tú.

la conversación entre ellos se volvió tan tensa que ulrike terminó con la respiración agitada.

-y, supongo que en esas sobremesas después de los respectivos almuerzos, muchas veces la que llevó la "voz cantante" en esas acusaciones contra mí fue tu señora madre, ¿no?

-sí, tío; lo siento -terminó confesando ella.

adolfo sacó un cigarro de una cajetilla camell que estaba semioculta entre tantas páginas rotas de revistas sueltas encima de la mesa y lo prendió con un encendedor de plástico que tenía en el bolsillo y empezó a fumarlo; luego, bordeando la mesa se acercó hasta ulrike y le ofreció uno.

-no fumo, tío; el cigarrillo hace daño, da cáncer.

-siempre hay una primera vez para todo; y ya que estamos en esto del adn, hagas lo que hagas, si está o no en tus genes, el cáncer te dará o no te dará; no vale la pena preocuparse por eso.

su tío agitó nuevamente la cajetilla delante suyo renovándole la invitación a que tome uno.

-vamos, toma uno, es sólo un cigarrillo; ni que fuera heroína o marihuana lo que te estoy ofreciendo.

aunque lo llegó a pensar, ulrike se abstuvo de preguntarle a su tío si había consumido alguna vez esas sustancias. "mejor, no; ni siquiera lo quiero saber", se dijo a sí misma en silencio. ella finalmente escogió uno el cual fue prendido por adolfo y lo fumó; tras esto, él le levantó la barbilla y le besó levemente los labios; luego la dejó, y girándose con dirección a la mesa, agarró la bolsa negra y metiendo en ella rápidamente todos los pedazos y demás restos de las revistas que había desechado, dijo:

-tengo que apurarme, quiero ver una película en el cine; además, ya se va a cumplir la hora permitida para botar la basura en el contenedor -y haciendo un nudo en ella, salió raudo con la gran bolsa negra en la mano izquierda mientras le decía a ulrike-: -ya regreso.

"¿va a ir al cine? ¿y yo? ¿y en qué momento me va a...? bueno, no me ha dicho que no, y una desfloración dura casi tanto como un suspiro; pero, de todos modos..." se quedó pensando un tanto preocupada, ulrike, cuando estuvo sola; luego, volviendo a mirar los tres tomos que estaban sobre la mesa, escogió el de biografías y el de las noticias culturales, y dejando sobre ella la de recetas de cocina, colocó los otros dos en la mesa de centro que estaba en la sala; luego se sentó en uno de los extremos del largo sofá de tres cuerpos y esperó a adolfo, fumando; quien al volver, agarró la cadena de la cortina de la ventana y, corriéndola, cerró el tapasol; y, viéndola, le dijo que estaba perfecta donde estaba sentada y que no se moviera, que él ya volvía, que iba a su dormitorio a bañarse rápidamente, pues su cuarto tenía baño incorporado, y a cambiarse de ropa. luego de una corta espera; un adolfo, fresco, rasurado, sin bigote ni barba, vestido con una polera, cinturón, pantalón de mezclilla y zapatos, todos de color negro, se presentó ante ella, quien hacía poco había terminado de fumar su cigarrillo, colocando su colilla en el cenicero que estaba en la mesa de centro; que al verlo, se dijo para sí misma: "si no fuera mi tío y tuviera veinte años menos..." y es que a sus ojos, adolfo, "estaba listo como para salir a la calle y echar a perder la buena reputación de la mayoría de mujeres de la ciudad." 

pero adolfo no se dirigió directamente hacia ulrike, sino a la cocina, más precisamente a la nevera para sacar un vaso casi lleno con un contenido que ella no alcanzaba a distinguir desde la posición en la que estaba; y al momento en que él se le acercaba, también notó que traía una cuchara chica. estando casi a su lado, dejó el vaso y la cuchara en la mesa de centro y acercó junto a ella un sillón donde él terminó sentándose; y, ya una vez bien instalado, agarró el vaso y la cuchara, la cual, hundiéndola en su interior, sacó un poco de su contenido y se la ofreció:

-abre la boca -le dijo adolfo.

-¿qué es? -le preguntó ella sintiendo mucho más cerca de sí, el intenso perfume varonil de él.

-prueba, ya iré diciéndote.

ella abrió la boca y consumió aquel rico manjar que adolfo le ofrecía.

-sabe como a café -dijo ella una vez que adolfo retiró la cuchara chica de su boca.

-sí, es soda de café que preparé hoy en la mañana. lo saqué de la receta de cocina.

él volvió a hundir la cuchara chica en el vaso y se la llevó de nuevo a su boca y mientras ella lo paladeaba con placer, adolfo le dijo:

-contiene café frío, helado de café, agua mineral con bastante gas...

ulrike se dio cuenta fácilmente del juego erótico que había iniciado adolfo y aceptó tácitamente participar en él; y luego de consumir por segunda vez su contenido y él de llenarla y dársela a probar nuevamente, adolfo continuó y le dijo:

-también contiene licor de café, crema de leche, azúcar y chocolate de barra.

-delicioso -dijo ella, luego de probarlo otra vez, mirándolo a él fijamente a los ojos.

con el vaso casi por terminar, adolfo hundió la cuchara chica en él y lo colocó en el centro de mesa; luego se acercó a ulrike y la besó profunda y apasionadamente con una intensidad que fue correspondida y replicada por ella; los besos se sucedieron unos tras otros mientras sus manos manipulaban hábilmente sus senos, por encima primero y por debajo después, del top corto con cuello en v y tirantes sobre los hombros que ella llevaba puesto y que dejaba al descubierto la parte baja de su abdomen; luego, él se puso de pie y levantándole las piernas las colocó encima a lo largo del sofá para que ambos estuviesen más cómodos para lo que sobrevendría a continuación.

él se volvió a sentar en su sillón y sosteniéndole el rostro volvieron los besos, y en un momento dado, una de sus manos recorriendo desde sus labios, bajó por su cuello y acariciando el nacimiento de su escote y siguiendo más al sur en un recorrido lento pero imparable entró en contacto con la parte desnuda de su abdomen y al llegar a la falda escocesa por encima de las rodillas que ella tenía puesta, subrepticiamente la hizo pasar por debajo de ella, para luego introducirse al interior de sus bragas y acariciar repetidamente, suave a veces y con cierta presión en otras, su sexo, produciéndole un gran placer.

desde sus labios, los besos de él bajaron por su cuello y llegaron hasta su escote para luego volver a subir a sus labios mientras ella gemía quedamente y sus muslos trataban de aprisionar a aquella hábil mano invasora que ya empezaba a humedecerse con los jugos de su excitación.

pero aquel placentero juego erótico no podía ser eterno; y entonces, adolfo, abandonando todo lo que estaba haciendo, se puso de pie y estando muy cerca de ella, desajustó su cinturón y luego de desabotonar el botón y bajar la cremallera, liberó su potente y vigoroso miembro viril que colocó muy cerca del rostro de ulrike, quien, luego de seguir todo aquel proceso como una pequeña muestra de striptease personal y secreta sólo para ella, lo tomó con ambas manos procediendo a engullirlo con un poco de nerviosismo y dificultad dado su gran tamaño y envergadura.

con las cortinas de la ventana cerradas, las horas de la tarde avanzando y las luces de la casa apagadas, había como una semipenumbra romántica, donde ellos estaban unidos en una comunión íntima de pareja entregados a la satisfacción mutua a través del erotismo y el placer.

ulrike, aunque inexperta, no era para nada inocente en temas sexuales; ya que, aparte de la autoexploración y autosatisfacción que se prodigaba a menudo durante las noches; ella, colocando una vez las palabras adecuadas en imágenes del buscador de google ya había visto una gran cantidad de escenas sexuales; donde incluso, al observar una de ellas, murmuró sonriendo: "hay que ser bien elástica para realizar tal proeza"; y en cuanto a la relación con adolfo, ella no sólo tuvo la oportunidad de retractarse y de negarse a comprometerse a cualquier relación sexual, sino también, la de partir cuando se encontró sola; y si lo hubiera hecho, aunque adolfo lo hubiese lamentado, también lo hubiese comprendido sin guardarle ningún tipo de rencor por ello.

adolfo le sostuvo con suavidad la cabeza desde las sienes, y luego de ponerla en una posición cómoda, colocó sus manos en su nuca y con suaves movimientos pélvicos hacia dentro y hacia afuera de su boca, le facilitaba la operación a ulrike para que ella le proporcionase placer; un placer que fue in crescendo paulatinamente conforme pasaba el tiempo hasta el explosivo orgasmo final, cuyo producto ella tragó una vez que él retiró momentáneamente el pene de su boca para luego volver a introducírselo y repetir esta simple operación varias veces.

una vez que adolfo lo retiró definitivamente, devolvió su pene a su habitual lugar de descanso, luego de que él se acomodase la ropa; y ya realizado esto, dio unos pequeños pasos hasta el lugar de las piernas de ulrike y poniéndose cómodo encima de ella sobre el sofá, le sacó lentamente las bragas, ayudado por ella misma, para posteriormente, luego de sujetar sus caderas con sus fuertes manos, separarle las piernas y hundir profundamente su lengua y hacerle un torturante recorrido de placer, de sur a norte y viceversa.

a medida que el placer se iba incrementando en su interior, ulrike arqueó involuntariamente la parte superior de su cuerpo y con ambas manos tomó la cabeza de adolfo y la presionó fuertemente al interior de su cuerpo. ella gemía y gemía a la par que expresaba monosílabos ininteligibles en medio de una respiración entrecortada y continúa. por su parte adolfo no sólo hundía su lengua profundamente, sino también chupaba y lamía todo lo que había que explorar, chupar y lamer en esa parte íntima del cuerpo de ulrike, quien, al no poder soportar tanto placer, se dejó llevar por él y se corrió profusamente en la boca de él en medios de jadeos y gemidos que llegaron lentamente a su fin.

adolfo progresivamente se fue separando de ella, y luego de volverle a colocar sus bragas y acomodarle un poco su falda, se levantó del sofá y se fue otra vez a la nevera; la cual, después de abrirla, extrajo de su interior una copa de helado casi llena que él mismo había hecho y volvió donde ulrike quien aprovechando su ausencia se arregló la ropa y prendió la luz de una lámpara que estaba colocada en una pequeña mesa circular sostenida por un pedestal de bronce.

una vez cerca de ella y tomando la cuchara chica del otro vaso que estaba en la mesa de centro, la hundió en la que él había llevado y luego de sacar su contenido le dio a probar a ulrike en la boca quien la aceptó con gusto, diciéndole al mismo tiempo:

-este es diferente, ¿qué es? no logro descifrarlo; de hecho que es helado y que lleva leche, pero no es helado de leche propiamente dicho. está muy rico.

-es helado de piñón con crocante; y sí, lleva leche -le respondió adolfo mientras le daba a probar una segunda cucharada de helado.

-pero, lleva más cosas, ¿no? -terminó preguntando ella.

-lleva leche, crema de leche, miel clara, yemas de huevo, granos de café, piñones y sal.

-y tú, ¿no te sirves? porque si seguimos así, soy capaz de acabarme todos los que has hecho.

-no te preocupes. yo soy fiel a la receta; si la receta dice que es para cuatro porciones, hago para cuatro porciones; y si se acaba, siempre puedo hacer más.

tras decir esto, adolfo le entregó la copa de helado diciéndole:

-vamos al cine a despejarnos un poco; pues, si nos apuramos. todavía alcanzamos a ver la película; si deseas ir al servicio, ya sabes el camino.

"¡al cine! ¡qué obsesión! pero en fin..." pensó ella, divertidamente, camino al baño.

una vez que salieron de la casa ella pensó en lo diferente que había imaginado de cómo saldrían las cosas luego de confesarle tácitamente a su tío que la desflore. ella sólo vio dos vías: que adolfo la expulse molesto de su casa o bien, que se le abalanzara encima y la hiciera suya en un dos por tres; pero, ninguna de las dos opciones se llevaron a cabo.

"sigo siendo virgen", pensó, para luego añadir: "bueno, técnicamente virgen, o no tan virgen", rió para sí misma.

dejando atrás estos curiosos pensamientos, le preguntó a adolfo:

-¿no vamos a ir en el coche?

-no; es hora punta y no llegaríamos nunca; mejor caminamos unos diez minutos hasta la estación y con el metro llegaremos unos quince y hasta veinte minutos antes que empiece la película.

-¿y si alguien de la familia nos llegara a ver juntos?

-bueno, ya no hablarían tan sólo de mí en las sobremesas de los almuerzos -ante esta respuesta de adolfo ambos sonrieron.

ulrike también decidió no decirle tío ni llamarlo por su nombre a adolfo; ya que se sentía rara decirle tío después de todo lo que había pasado entre ellos ese día; y llamarlo adolfo sería contraproducente porque se le podría escapar aquella familiaridad en alguna reunión familiar y después no sabría cómo explicarlo si le preguntaran por aquella confianza que se daba con él.

como dijo adolfo, ellos llegaron mucho antes que empiece la película. ella trataba de un drama romántico en medio de traiciones, luchas por el poder, asesinatos y atentados terroristas en medio oriente.

tras comprar los boletos. el popcorn y las bebidas en el cine, entraron a la sala que estaba con poco público y adolfo se la llevó a la zona alta, a mezzanine, sentándose los dos en un extremo de la última fila con ulrike junto a la pared. en aquel lugar había una que otra persona sentada en las filas delanteras muy alejados de ellos y una vez que se apagaron las luces y la película empezó, ellos se enfrascaron en un intenso intercambio de besos, caricias y metidas de mano por todos lados que se olvidaron de todo lo que sucedía alrededor suyo y hasta de la película que se estaba proyectando al frente de su posición.

una vez que la película terminó, tras cerca de hora y media de duración, ambos quedaron con una sensación de erotismo, es decir, tan completamente erotizados que decidieron volver a la casa de adolfo lo más antes posible.

como ulrike salió toda sonrosada, con la cara tan encendida y con el cabello todo alborotado y despeinado con algunos largos flecos rebeldes cayéndole por el frente del rostro debido a los momentos tan intensos que había vivido, le pidió a adolfo que la espere un momento para ir al servicio y componerse debidamente.

-¡¡orgasmos en el cine!! ¡¡jamás en mi vida pensé tener siquiera uno en un cine y hoy he tenido varios en menos de hora y media!! y encima, esta sensación tan calenturienta que no me deja y que no sé cómo explicarlo. ¡¡es como si todas mis zonas erógenas hubiesen estallado de placer al mismo tiempo!! -se terminó diciendo toda alterada, ulrike.

el camino, aunque corto, les pareció demasiado largo a pesar de ir en el metro, y una vez que llegaron a la casa y traspusieron la puerta, se enfrascaron otra vez en unos besos intensos cuyas lenguas luchaban entre ellas en una batalla interminable que recién comenzaba y llegaron hasta el dormitorio de adolfo, casi completamente desnudos tras dejar un sendero de ropa y zapatos detrás suyo.

entre besos y caricias por doquier, adolfo consiguió llevársela al borde de la cama y sentándola, se arrodilló ante ella y pasando sus fuertes brazos por debajo de sus muslos, la sostuvo fuertemente para luego hundir su cara en su sexo y penetrar con fuerza su lengua en su interior que hizo que ulrike arqueara su cuerpo hacia adelante y luego echara su cabeza hacia atrás, para volverla a llevar hacia adelante y se corriera profusamente en la boca de él en medio de jadeos, gemidos y gritos de placer, apretando fuertemente su cabello y empujando con fuerza su cabeza en lo más íntimo de su ser como si fuera posible hacerlo entrar dentro de su propio cuerpo.

teniéndola así, completamente excitada y lubricada, adolfo se fue incorporando poco a poco y aprovechando que ya tenía sus brazos por debajo de sus muslos la fue levantando mientras le decía:

-sostente fuertemente de mis hombros.

ulrike lo hizo así, y acomodándose como tratando de hacer que su cuerpo fuera lo más liviano posible, se dejó levantar fácilmente por adolfo, quien al tenerla en la posición adecuada, agarró su miembro erecto y logrando colocarlo en medio de sus labios vaginales, dejó caer su cuerpo al tiempo que él empujó su potente pene hacia arriba hasta quedar completamente unidos, haciendo que ulrike se aferrara fuertemente a él y hundiera su cara por encima de sus hombros ahogando de esta manera un grito de dolor y de placer al mismo tiempo.

adolfo mantuvo así unidos ambos cuerpos por un momento, y cuando notó que ulrike ya se estaba reponiendo de la experiencia y que el cuerpo de ella ya se estaba adaptando al de él, empezó a moverse suave y despacio dentro de ella para luego ir acelerando poco a poco haciendo que ella empiece a disfrutar y a gozar de los primeros placeres del sexo que él le estaba ofreciendo; llegado a este punto y sintiéndola toda lubricada, pues su miembro viril se movía con suma facilidad en el interior de ella, empezó a follársela con tanta intensidad que la parte baja de ulrike rebotaba hacia arriba luego del impulso de él para luego volver a caer y luego, con otro impulso, otra vez rebotar sin que el miembro erecto de adolfo saliera completamente. este juego erótico se repitió muchas veces pero como adolfo ya no podía impedir por mucho más tiempo su propio clímax, la llevó al borde de la cama y se la folló hasta que los dos alcanzaron el orgasmo casi al unísono en medio de jadeos, gemidos y gritos de placer, con él cayendo exhausto encima de ella.

una vez que se repusieron, él le preguntó:

-¿te puedes quedar toda la noche conmigo? todavía tengo más cosas por hacerte.

-¿más, todavía? -dijo ulrike sonriéndole, y añadió-: bueno, sí, a mi tía le he dicho que estaré con mis amigos y si no llego, pensará que estaré con ellos en alguna reunión o alguna fiesta.

-¿y si te llama, o lo hace tu madre?

-imposible, pues, mi móvil está descargado y apagado en el cuarto de la casa de mi tía.

-no hay de qué preocuparse, entonces.

-no, yo no he venido desde tan lejos para tan sólo visitar exclusivamente a mi tía; y si mi madre pensó en su hermana como una forma de controlarme utilizándola como chaperona, se equivocó por completo. yo ya soy una mujer adulta, mayor de edad y hago lo que quiero, sin ningún tipo de cortapisas.

-adolfo la tomó del rostro y se besaron y luego de una noche de intenso placer donde cada espacio y lugar del cuerpo de ulrike no quedó sin explorar, ni penetrar, ni gozar, se separaron a la mañana siguiente.

una vez que adolfo la acercó con el coche a la casa de su tía, ulrike le dijo:

-a pesar de todo, no sé qué le voy a decir a mi tía cuando me abra la puerta de su casa -le dijo ulrike tras besarlo por última vez.

-dile la verdad, tan sólo la verdad; dile que ya desayunaste -le contestó tras besarla él también.

                                   fin

1 comentario:

  1. Muy bueno el relato, tiene mucha carga erótica y está muy bien descrito.
    El tío trato con mucha delicadeza el tema y creo que la sobrina guardara una bonita experiencia de su primera vez
    Hay culturas donde son los familiares quien desvirgan a las jóvenes, en este caso es la muchacha quien desea que a pesar de no tener una buena relación con su tío , tal vez por despecho y habladurías de la parte oscura de él, su interés fue muy intenso y logro lo que quiera.
    Ser desflorada por alguien experto y con ese toque de fascinación hacia alguien mayor y familiar y con una reputación dudosa.
    Final feliz por ambas partes
    Un abrazo, muy feliz fin de semana.

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