Avisado estás, ¡cuidadín cuidadín!..., y más si andas por allá, por dónde los Yorkes (sí, como los jamones, los nuevas y demás, ya sabes "York")...
no sea que se les ocurra recuperar una ancestral (bueno, no tanto...) costumbre para castigar al ladrón, sí..., una de aquellas de las edades de la mitad, o, dicho de otra manera más elegante, de la Edad Media...
En fin, que no te pase como a un tal Peter de Clarendon, a quien se le ocurrió robarse uno (delito grave). El caballito estaba valorado en dos chelines y el sheriff de Wiltshire le pilló y se acordó de que no había limpiado la piscina..., (el foso le llamaban entonces...).
Pues nada, que como el foso estaba lleno de agua decidieron que la manera más justa de averiguar si el tal Peter era ladrón o no sería tirándolo al foso. Llamaron al sacerdote (no fuera que faltase un cura en tan decisivo momento), el cual bendijo el foso (lo de si le dieron la extremaunción al Peter ya no lo sé, pero como no se sabía aún si era culpable o no hasta haberlo tirado allí, pues esperarían a saberlo ¿no?).
El veredicto estaba claro: si Peter se hundía en el foso, era inocente.
Pero he ahí que Peter va y flotó "¡¡¡¡culpableeeeeeeeeeee!!!!". Entonces, como era culpable, lo sacaron del foso y lo ejecutaron.
Al colega del sheriff de Wiltshire, Ranulff, sheriff éste de Glanville, en York, le gustó la idea, y utilizó el mismo método para averiguar la culpabilidad o inocencia de unos 120 hombres en su sheriffado...
(Bibliografía consultada: "Esa Bárbara Edad Media", por Terry Deaky)
© C.D.
era el mismo método que se utilizaba para determinar si una mujer era bruja o no. a la pobre le colocaban piedras en sus ropas y la hundían en el lago o río más cercano. si moría ahogada resultaba que era una inocente cristiana y si se salvaba era porque satanás la había ayudado a salir a flote. y esto ocurrió en toda la europa medieval.
ResponderEliminarSí que eran inteligentes aquellos "jueces"... De todos modos, aún sin ser en un foso o un río, es casi que normal que la presunción de inocencia se suela saltar a la torera y en muchos casos se resuelva tras una pena de muerte que el ejecutado no era culpable.
ResponderEliminarEs que lo de contar la de culpables que están libres por las calles porque se les dió el beneficio de la duda o de la "pasta"..., ya aburre; es el pan nuestro de cada día...
ah, es que si el tal peter de tu historia o la mujer de la mía, hubiesen sido politicos ten por seguro que no sufrirían ninguna prueba del agua y hubieran estado libres y contentos, je.
ResponderEliminarEs que esos habrían "demostrado" de antemano que el caballo era suyo, y no del otro al que se lo habían birlado....., así que ése sería el que iría a nadar...
ResponderEliminar¡caray con los jueces de la época, el tal Peter lo tenía crudo! Muy parecido a las famosas ordalías de la Península.. por estos lares se solía usar más bien agua hirviendo o fuego, y también se podía aplicar contra objetos (por ejemplo, libros). Eso sí, si la víctima sobrevivía al suplicio se libraba de la ejecución, aunque por las descripciones de la época imagino que no demasiados lo lograrían..
ResponderEliminarbesos,
Yo creo que tenían muy poco interés en que alguno saliera libre. Someter a la población era la consigna "number one" y si se libraban muchos, otros muchos perderían el miedo. Y sin miedo, la iban a tener clara para someterlos...
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