no fue una noche cualquiera.
había pasado más de un siglo desde la muerte de jack en aquella casa de piedra a manos de isabelle, y era en la actualidad susana quien vivia allí. ella era una mujer que prefería las estaciones frías e invernales y su apariencia era como un estandarte del color negro: sus lacios cabellos largos, sus ojos delineados, su elegante abrigo que la cubría por completo, su ropa que moldeaba un cuerpo delgado y sus botas de cuero. ella era gótica y muy rara; y eran justamente sus gustos lo que me impedía emparejarme con ella, porque yo no me imaginaba frecuentar los antros donde se conversaba, se creaba y se declamaba poesía satánica en medio de una mezcla maldita de drogas, alcohol y música gore metal hasta altas horas de la madrugada a las que ella era asidua.
ocho años después de acabar la carrera universitaria me acordé de ella, y buscándola por internet obtuve su e-mail y le escribí, recibiendo una respuesta suya a la mañana siguiente donde me decía que se alegraba mucho de tener noticias mías y que me invitaba hoy a la tarde a su casa para contar unas cien historias de terror junto con su amiga chloe, quien estaba de vacaciones y que nos iba a acompañar. al llegar; y luego de las presentaciones del caso y charlar un poco, susana nos llevó hasta una estancia completamente iluminada y bastante cómoda. luego nos dijo:
-no podemos perder más tiempo porque tenemos que encender las cien velas y contar la misma cantidad de historias antes de la medianoche; de las historias no se preocupen, porque pueden ser inventadas, de alguna experiencia propia, sacadas de películas que hayan visto o de libros que hayan leído. todo vale.
-sí, habrá que apurarnos porque así como las tenemos que encender, tendremos que levantarnos a apagar las velas.
- no te preocupes chloe, que se apagarán solas. -volvió a decir susana con una enigmática sonrisa.
(¿se apagarán solas?) -repetí mentalmente. no sé porqué pero por un momento creí estar en una de esas ocasiones en la universidad donde cómplicemente apañaba las bromas de susana.
luego de colocar en una mesa redonda de tamaño mediano las cien velas prendidas, susana apagó el interruptor de la luz eléctrica, y se sentó al igual que nosotros, en uno de los tres sillones de cuero negro ya dispuestos, alejados a prudente distancia como si todo ya hubiera estado preparado por anticipado.
-bien, empecemos. -dijo susana al mismo tiempo que desplegaba un viejo pergamino y el cual comenzó a leerlo en latín donde se llegaron a entender algunas palabras sueltas; luego al terminar, añadió:
-como soy la anfitriona contaré la primera historia, luego seguirá draco y terminará la ronda chloe. primera historia: la madre de mi bisabuela tenía por nombre isabelle y era una mujer muy instruída que dominaba muchas lenguas y también las ciencias ocultas. ella escribió un diario intercalando cada palabra en cinco idiomas diferentes para que cualquiera no pudiera leerlo con facilidad y donde narraba detalladamente sus relaciones sexuales y los crímenes que cometía. aquí, en este lugar, se encuentra atrapada una de las almas que ella asesinó en vida y que va a ser quien apague las velas.
ni bien dijo aquello una de las velas se apagó sola ocasionando que chloe se levantara aterrorizadamente como un resorte dando un grito, y diciendo al mismo tiempo que mejor charlemos de otra cosa. con cierta dificultad logramos calmarla y volver a nuestros lugares para proseguir con las historias. la siguiente fue mía:
-un taxista miope y sin lentes ve a una señora con un bebé en brazos que le hace señas en una noche lluviosa. él no se da cuenta, pero ella flotaba y la puerta trasera del coche se abrió antes de que pudiera siquiera tocarla, y mientras se sentaba dijo que se dirigía al cementerio del père lachaise. el coche se pone en marcha y al llegar, el conductor gira el cuerpo para cobrar y se encuentra cara a cara con un bebé muerto mientras la mujer que lo sostiene grita que ella no tuvo la culpa, evaporándose los dos en el acto. con el conductor fallecido debido a tan fuerte impresión ya hay otra alma en pena en el lugar, pero esta vez conduciendo un taxi.
segunda vela apagada y con chloe dando un respiro profundo para contar su historia. ella dijo: "una adolescente regresa de la muerte dentro de su ataúd ya enterrada; se desespera, grita y da de golpes por largo tiempo y queda desmayada por el supremo esfuerzo y la falta de oxígeno. dos crápulas de mediana edad que la conocían y que habían asistido al funeral en la tarde, volvieron ya de noche para exhumar el cadáver todavía fresco y fornicarla. cuando quitan toda la tierra y destapan a duras penas el ataúd, uno de ellos la levanta en sus brazos y ella con el aire fresco y renovado vuelve en sí, y al verlos da tal grito debido al pánico mientras su cuerpo inquieto por los movimientos convulsiona de tal manera, que los mata a los dos del tremendo susto. a la mañana siguiente el guardián en su paseo de rutina encuentra dos cadáveres en la fosa". tercera vela apagada.
¿y jack? jack estaba feliz en su inexistente existencia escuchando con placer todas esas historias de fantasmas, mordidas de vampiros, brujerías, duendes o gnomos malignos, arañazos y/o mordidas de hombres lobos, zombies, momias, monstruos, súcubos, íncubos, ángeles caídos, infiernos, pesadillas de niños no nacidos en las conciencias de sus casi madres asesinas, cementerios, enterrados vivos, venganzas, asesinatos de todo tipo y toda esa mala suerte que se cierne sobre gente desdichada y que termina sufriendo toda clase de terrores. para él era un día de fiesta y si así hubiese sido siempre, él, con todo gusto esperaría en aquel limbo donde se encontraba atrapado, todo el tiempo que fuera posible hasta su próxima reencarnación; y flotando sobre un lado de la mesa, como si estuviese sentado con las piernas en posición de flor de loto, estiraba la mano izquierda y uniendo el pulgar y el índice, apagaba con una sonrisa siniestra en los labios cada una de las velas luego de obtener la mínima energia posible del ambiente -ya frío y penumbroso-, para poder lograrlo.
faltaba una sola vela y había una aprensión en cada uno de los corazones de los relatores en esa estancia helada y casi oscura por lo que podría pasar a continuación, porque nadie sabía. había muchas preguntas que nadie formulaba porque se temían las respuestas. la última historia le correspondió a susana:
-una niña de nueve años estaba hospitalizada. tenía fiebre alta y espantosos dolores musculares y óseos. su madre estaba al lado de ella desde hacía horas y muy entristecida de verla sufrir así. cuando ya no pudo soportar más sus quejidos, se puso a rezar implorando a la virgen de... suplicándole que la libere de aquellos dolores. ni bien dijo aquello, el monitor que registra los latidos del corazón lanzó un sonido uniforme mientras una sola línea aparecía en la pantalla. desesperada, la madre gritó para que atendieran a su hija mientras presionaba insistentemente el botón que avisa de alguna emergencia a enfermería. el equipo médico se personó casi al instante para revivirla, pero todo fue inútil, pues la niña nunca despertaría del sueño de la muerte. luego, cuando la madre le cuenta al esposo lo del rezo y la petición a la virgen, el esposo le grita: "¡¡pero qué estupidez hiciste!!". ella no formuló pregunta alguna porque al momento lo comprendió todo y, es más, se acordó que una vez álguien, en un tiempo perdido y muy lejano, le dijo que hay que tener cuidado con cierta virgen y el cómo se le piden las cosas, porque sino, "se lleva" a la criatura para que no sufra más. la vela número cien fue apagada al instante.
al darse la total oscuridad, chloe se incorporó asustada muy rápidamente, pero al mismo tiempo que lo hacía, emergió espeluznantemente la tenebrosa figura de jack frente a ella con la mano en alto y blandiendo un largo cuchillo, el cual, con un movimiento salvaje y violento, simulaba cortarle la yugular de un sólo tajo haciendo que ella cayera muerta debido al terror que había experimentado y al aumento de tensión que ya no pudo soportar y que la hizo colapsar. tanto susana como yo, no tuvimos la suficiente presencia de ánimo para reaccionar y pasaron algunos segundos hasta que ella fue hacia el interruptor para encender la luz y dirigirse sin perder un segundo hasta el cuerpo de chloe, a la cual, luego de tomarle el pulso e incorporarla un poco entre sus brazos, le empezó a decir:
- un alma por otra, ¿no jack?, espero que al menos me hayas dado las gracias antes de partir. adiós jack; y a ti chloe, te doy la bienvenida eterna a mi mansión. ¿acaso creíste que podrías tratar de conquistar impunemente a mi novio a mis espaldas sin sufrir las consecuencias?
Que bueno que leí está historia cuando aún es de día porque sino moriría de miedo.
ResponderEliminarUn abrazo tenebroso.
además, jack ya se acaba de reencarnar y no se presenta -todavía-, en las noches de nadie. besos.
ResponderEliminarSí que ando despistada; pensé que ya lo habías publicado de aquella que me contaste que lo habías escrito...
ResponderEliminarsí, eso me pasa por demorarme a publicarlo. besos.
ResponderEliminarMenudo relato, se te da muy bien lo de transmitir la tensión, hay momentos realmente inquietantes. Enhorabuena.
ResponderEliminar¿Ya tienes planeado dónde se va a reencarnar?.
creo que a mi relato le faltó la música de suspenso que se utiliza en estos casos para subir la tensión, jajaja. ¿dónde reencarnar a jack? ¡huy!, menudo dilema. saludos.
ResponderEliminarJeje, música de "suspenso"... ¿no has aprobado algún examen, Draco?, jejeje
ResponderEliminarPrueba a buscar música de suspense..., o ponle la de la Pantera Rosa, que es más divertida (es que el "Tubular Bells" de Mike Oldfield ya está muy "oído" desde antes del exhorcista...)
je, es que lo de "suspense", siempre lo olvido; y en cuanto a qué música colocar, no tengo a ninguna en mente, aunque eso sí, la de la "pantera rosa", de ninguna manera. besos.
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