women de la biblia. atalía y josabet

sí que era todo un tema en la antigüedad cuando un miembro de la familia real era proclamado rey, pues los varones de ésta. podían ser pasados a espada para disipar los miedos del nuevo monarca quien buscaba la consolidación de su reinado a cualquier precio.  

libro crónicas 2 (conocido también como paralipómenos 2). capítulos del 21 al 23.

después de la realización de esta genealogía, leí en el libro de crónicas 2, capítulo 24, versículo 1, que la madre del rey joás, fue sibyá de beerseba.

a la muerte del rey joram de judá a los cuarenta años luego de una terrible enfermedad incurable enviada por yavé por sus múltiples pecados (pasó a cuchillo a todos sus hermanos y a algunos jefes de israel e hizo altares en los montes de judá incitando a los habitantes a la prostitución idolátrica), los habitantes de jerusalén proclamaron como su sucesor a ocozías de 22 años, el menor de sus hijos.

ocozías sólo gobernó un año pues murió después de luchas internas a manos del rey jehú de israel. tras su muerte, su madre atalía aprovechando el hecho que de la casa de ocozías no quedó persona en edad de reinar pues jehú había matado a los mayores, se alzó y exterminó a toda la estirpe real de la casa de judá.

o eso creía, pues josabat, hija del rey joram y medio hermana del rey ocozías, ocultó a joás hijo de ocozías y sobrino suyo junto a su nodriza en su dormitorio, librándolo de una muerte segura.

seis años estuvo escondido joás mientras que su abuela atalía gobernaba sin ninguna restricción.

al séptimo año, el sacerdote joiada, marido de josabat se alió con los siguientes jefes de centenas para una conspiración que sacaría del poder a atalía:

-azarías, hijo de jerojam
-ismael, hijo de jojanám
-azarías, hijo de obed
-masaya, hijo de adaya y
-elisafat, hijo de zicri.

con todos ellos recorrieron judá y reunieron a los levitas de todas sus ciudades, y a los jefes de las familias de israel, que vinieron a jerusalén, y toda la asamblea hizo alianza con el futuro rey en la casa de dios.

el sacerdote joiada, mostrándoles a joás, les dijo:

-ahí tenéis al hijo del rey, que reinará, como lo ha dicho yavé, de los hijos de david. mirad lo que habéis de hacer. el tercio de vosotros, que el día del sábado entra de servicio, sacerdotes y levitas, hará la guardia en los atrios; otro tercio estará en el palació del rey, y el otro, en la puerta de jesod. todo el pueblo se reunirá en el atrio de la casa de yavé. que no entre ni salga nadie de la casa de yavé, fuera de los sacerdotes y levitas que están de servicio; éstos podrán entrar, porque están consagrados. todo el pueblo hará la guardia de yavé y los levitas rodearán al rey por todas partes; cada uno tendrá las armas en su mano, y quienquiera que entrare en la casa, morirá. estaréis con el rey cuando éste entre y salga.

los levitas y todo judá hicieron todo lo que el sacerdote joiada les había mandado; asimismo, los jefes de centenas fueron armados al igual que el pueblo. joás fue rodeado por todos ellos y poniéndole la diadema sobre la cabeza y el testimonio, le proclamaron rey. el sacerdote joiada y sus hijos le ungieron y gritaron:

-¡viva el rey!

proclamación de joás como rey, por edward bird.

 la consternacion de atalia por solomon alexander hart

atalía oyó el estrépito del pueblo, que corría y aclamaba al rey; vino a donde estaba el pueblo en la casa de yavé y miró. estaba el rey sentado en su estrado a la entrada, y los jefes y los trompetas estaban junto al rey, y todo el pueblo de la tierra daba muestras de gran alegría, y sonaban las trompetas, y los cantores con los instrumentos de música entonaban cánticos de alabanza. atalía rasgó sus vestiduras y gritó:

-¡conspiración, conspiración!

entonces el sacerdote joiada, llamando a los jefes de centena que estaban al frente de las tropas, les dijo:

-sacadla de las filas, y a quienquiera que la siga le matáis.

pues el sacerdote dijo:

-no la matéis en casa de yavé.

hízosele lugar y se encaminó al palacio real por la entrada de la puerta de los caballos, y allí la mataron a espada.

muerte de atalía, por gustave doré. publicada en 1885, dos años después de la muerte del autor.