interpretation of the sueños. part two.

de mis experiencias personales, puedo decir que los sueños más auspiciosos en cuanto a recibir dinero o a tener un buen día de negocios, han sido cuando me he soñado jugando al ajedrez o con algún asunto ligado a este sueño; o recibiendo y dando besos
(no importando que algunos hayan sido tan sólo en la mejilla a modo de saludo), o cuando he tenido relaciones sexuales con alguna voluptuosa y sensual desconocida mujer dispuesta a todo. ahora, esto no quiere decir que todas las personas tienen que soñar lo mismo que yo para tener un buen día, que no a todas las personas les gusta el ajedrez y que sobre todo a las damas (a las heterosexuales me refiero), ni se les pasa por la mente soñar con otra mujer en semejantes situaciones como paso previo para tener un buen día con respecto a la obtención de dinero. así que supongo que cada cual soñará con sus gustos y actividades de preferencia.
recuerdo la historia de un humilde obrero que repetidas veces soñaba con las manecillas del reloj en una hora y minutos determinados según la posición que el horario y el minutero estaban marcando justo en el momento del sueño. este hombre debido a lo soñado y haciendo diversas variaciones matemáticas (pues necesitaba tener varios números), logró obtener el premio máximo de la loteria cuyo monto se incrementaba al no haber ganador cada vez que se efectuaba el sorteo de los números ganadores. "¿qué va a hacer ahora?", le preguntó el periodista que lo entrevistó; y él le respondió: "estaba ahorrando para tomar algunas clases de inglés; pero, ¿ya para qué?, si con lo ganado puedo colocar un buen negocio".
hoy la historia que voy a colocar antes de irme, va a incidir sobre el aporte que a veces los sueños hacen a la cultura de la humanidad. hay gente que ha estado tan enfrascada en buscar respuestas a su trabajo, que han hallado éstas a través del sueño.
en su autobiografía; memorias, sueños y reflexiones, el psicólogo c. g. jung menciona un sueño por el que pudo establecer la relación entre lo consciente y lo inconsciente: sentado en el sueño frente a una capilla, en la posición flor de loto estaba un yogui, al parecer estaba sumido en la más profunda meditación. nada parecía distraerlo. ni sintió cuando jung se le aproximó.
al mirarlo de cerca, jung descubrió que el rostro del yogui era su propio rostro y se alejó espantado. se despertó murmurando: "¡ah! de modo que ése es el que me medita. ha tenido un sueño y yo soy ese sueño". y supo que cuando el yoga despertara, él ya no existiría.