4 may 2020

book: historia de dos ciudades. charles dickens

ya a punto de publicar un post terminado, publico en su lugar éste, hecho hoy mismo domingo 3 de abril, porque me pareció interesante el fragmento que leí hoy temprano en la mañana del libro historia de dos ciudades (a tale of two cities) de charles dickens y que deseo compartir con ustedes.

recién he pasado de la página 100 y al menos (no todavía) no me parece "una animada novela de aventuras..." como dice la contratapa del libro, sino más bien un interesante libro costumbrista que relaciona dos ciudades (londres y parís) con una historia en común y que tiene además el agregado de denuncia social como le gusta aplicar el autor en sus diferentes novelas.

debo agregar que la lectura de este libro la he alternado con un cuento de terror de h. p. lovecraft titulado el perseguidor de la obscuridad ("the haunter of the dark") el cual terminé hoy de leer y que estuvo muy bien para pasar el rato.



extracto del capítulo vii. el señor de la ciudad.

páginas: 95-97

con estruendo ensordecedor y con olvido inhumano de las consideraciones más sagradas, difícil de comprender en nuestros días, la carroza volaba por la calle saltando sobre el empedrado y doblando las esquinas con velocidad inconcebible, ahuyentando a las mujeres, que chillaban despavoridas, a los niños, que corrían como conejos asustados, y a los hombres que procuraban pegarse a las paredes. en el momento de doblar el carruaje una esquina próxima a una fuente, una de las ruedas dio un salto, cientos de gargantas lanzaron un alarido, y los caballos recularon y se encabritaron.

es casi seguro que la carroza hubiera continuado imperturbable su desenfrenada carrera de no haber sido por este último inconveniente, toda vez que era lo que acostumbraban hacer los carruajes en aquella feliz época, aún cuando dejaran la calle sembrada de cadáveres, ¿por qué habían de hacer otra cosa?, pero asustado, el lacayo había saltado a tierra y veinte manos agarraron a un tiempo las riendas de los caballos.

-¿qué pasa? - preguntó el señor, asomando su cara tranquila por la portezuela.

un hombre alto, con gorro en la cabeza, había sacado de entre las patas de los caballos un bulto, que depositó sobre el basamento de una fuente, e inclinado sobre él, aullaba como un animal feroz.

-perdón, señor marqués -dijo un individuo harapiento con voz y ademán humildes-, es un niño.

-¿y por qué se arma ese ruido ensordecedor? ¿dices que es un niño?

-dispense el señor marqués... es una lástima... sí, eso es.

distaba la fuente algunas varas. el hombre alto que sobre el bulto estaba inclinado se irguió de repente y echó a correr con prisa tal en dirección al carruaje, que el señor marqués llevó la mano al puño de su espada.

-¡muerto! - rugió el hombre alto con muestras de salvaje desesperación, clavando los ojos en el marqués y alzando los dos brazos.

-¡asesinado!

las turbas se apiñaron en rededor de la carroza. todas las miradas estaban concentradas en la persona del marqués, mas en aquéllas no se leía otra cosa que ansiedad, temor, nada de cólera ni de amenaza. todos callaban. al primer grito sucedió un silencio imponente. la voz que había hablado al magnate continuaba siendo sumisa en extremo. el señor marqués paseó sus miradas sobre los apiñados grupos, contemplándolos con la indiferencia con que hubiera contemplado una manada de ratas asustadas.

sin variar de actitud sacó un bolsillo.

-me sorprende sobremanera -dijo- que ni de vuestros hijos sepáis cuidar. con frecuencia que no puede menos de serme molesta os tropiezo en mi camino. ¿no se os alcanza que de los atropellos pueden resultar con daño mis caballos? ¡vaya!... ¡dadle esto!

acompañando la acción a la palabra, arrojó a los pies del lacayo una moneda de oro.

-¡muerto... asesinado! - volvió a gritar el hombre alto.

llegó a la sazón otro hombre, a quien todos abrieron paso. el que acababa de gritar cayó en sus brazos no bien le vio, permaneciendo largo rato entre ellos, llorando y sollozando.

-lo sé todo... lo sé todo -dijo el recién llegado-. ¡valor, gaspar! preferible es morir como ha muerto el niño a vivir la vida que le esperaba. ha muerto sin dolor, sin sufrimientos, y en cambio, de haber continuado viviendo, aquéllos le hubieran acosado sin cesar.

-eres un filósofo -dijo el marqués sonriendo-. ¿cómo te llamas?

-defarge.

-¿cuál es tu oficio?

-soy vendedor de vino, señor marqués.

-toma esto, filósofo y vendedor de vino, y gástalo como te venga en gana -repuso el marqués, arrojando a sus pies otra moneda de oro-. ¡a ver! ¿están listos los caballos?

sin dignarse a mirar a las turbas por segunda vez, el señor marqués se arrellanó en su asiento. la carroza se ponía nuevamente en movimiento y su feliz ocupante había olvidado el incidente, cual si acabara de romper una futesa y la hubiera pagado, cuando vino a perturbar su olímpica serenidad la entrada violenta en el interior del carruaje de una moneda de oro.

-¡para! -gritó el señor marqués-. ¡detén los caballos!... ¿quién ha tirado esto?

miró airado al sitio en que acababa de dejar a defarge, pero no vio nada más que al desdichado padre abrazado al cadáver de su hijo, y a una mujer en pie, que le miraba ceñuda.

-¡perros! -murmuró el marqués-. ¡de buena gana pasaría sobre todos vosotros para limpiar al mundo de vuestra repugnante presencia! ¡si yo supiera quién es el canalla que arrojó la moneda, y lo tuviera bastante cerca, vive dios que lo aplastaba bajo las ruedas de mi coche!

tal era el temor de las turbas, tan grande el horror que sentían por lo que los hombres de la clase social del marqués podían hacerles, dentro y fuera de la ley, que no se alzó una voz, ni una mano, ni una mirada. todos los hombres callaron, fijos sus ojos en el suelo. solamente la mujer a que antes nos hemos referido osó clavar sus miradas airadas en el marqués, quien ni reparó siquiera en ella. su olímpica mirada pasó sobre su cabeza y sobre las demás ratas y, cómodamente arrellanado sobre los mullidos almohadones de su carroza, dio orden al cochero de continuar la marcha.

por el mismo sitio cruzaron en carrera desenfrenada y sucesión rápida muchas otras carrozas. la del ministro, la de los arbitristas del estado, la del aperador general, la del doctor, la del abogado, la del eclesiástico. las ratas asomaban tímidas las cabezas en la entrada de sus agujeros.

retiróse el padre a quien habían dejado sin hijo, retiráronse las ratas al fondo de sus agujeros, y sobre el basamento de la fuente no quedó más que la mujer que había osado mirar ceñuda al marqués, rígida como la fatalidad. el agua de la fuente corría rumorosa, corrían rápidas y turbulentas las aguas del río, el día corría a su ocaso, la vida de la ciudad corría a la muerte impulsada por el tiempo, que a nadie espera, las ratas dormían ya en sus obscuros agujeros, el baile de la extravagancia continuaba entre luces y cenas, y todas las cosas, para decirlo de una vez, seguían su curso.

12 comentarios:

  1. Me encanta Dickens, pero coincido plenamente contigo en que no es una una aventura, sino un retrato costumbrista de la sociedad inglesa de la época.
    Un abrazo y feliz semana.

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    1. y tengo varios libros de dickens que espero darles curso el resto del año.

      un abrazo y que tengas también una feliz semana.

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  2. lo que envidio es que leas tanto... estoy por terminar una biografía de Mozart desde hace meses ja... lo peor es que me gusta! saludos

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    1. para mí leer es un placer. entre consultar diccionarios bilingües, leer un poco las novelas y traducir textos para el blog se me pasa mayormente el resto de mi tiempo libre cuando regreso de trabajar. ocasionalmente veo una película y miro y escucho música a través del youtube. no soy mucho del televisor y la radio hace décadas que no la escucho.

      leer a mozart está bien. recuerdo de él que siempre tenía conflicto con la autoridad (tanto con su padre como con los príncipes) y que le gustaba mucho componer y echar a volar su imaginación cuando estaba sentado frente al piano. un genio.

      saludos.

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  3. Lo poco que he leído de Dickens, ha dejado huella... es el día de hoy que "Un cuento de Navidad" lo podría contar a memoria. "Oliver Twist" y "Tiempos difíciles", otras dos obras inolvidables. Pero ésta me falta y por lo que he leído aquí, me parece un retrato bastante acual, salvando las distancias temporales... bastaría cambiar la palabra "carruaje" por algo más moderno que atropelle y mate a un ser, ultrajando encima la dignidad de los que quedan.

    Un placer haber llegado hasta aquí, un beso.

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    1. para ser sincero yo estoy bastante retrasado con dickens debido a que de niño leí obras resumidas de él y que como siento que ya conozco la trama de sus novelas, sus lecturas las he ido postergando y postergando.

      en cuanto a atropellar y matar en el sistema de transporte público y viendo que los choferes no guardaban la distancia debida entre coche y coche, ya que casi se "tocaban" entre ellos cuando estaban detenidos ya sea en el paradero o frente al semáforo; le pregunté cándidamente a uno de ellos si todavía existía, o ya la habían abolido, aquella regla de tránsito que dice que la distancia entre coche y coche cuando están detenidos es de metro y medio. él me contestó que sí, que aquella norma existe. en mi interior me dije que era otra ley o norma que es letra muerta en el país.

      no, más bien el placer de tu visita es nuestro. un beso.

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  4. Holaaaaaa!! Por algo te llamas Draco por ende la aventura te apasiona 😊. Ya sabes que me encantan las historias de Terror y mas las reales esas que se cuentan en las noches de lluvia cuando cortan la luz; que por cierto ayer me cortaron dos veces; pero volvio pronto. Espero pronto la entrada de El perseguidor de la oscuridad" el titulo lo dice todo 😮

    En este fragmento de Historia de dos ciudades me causan mucha indignacion querer comprar con plata a los padres por matar a su hijo como diciendo "que se compren otro" que bronca con que impunidad "atropellan los derechos de la gente humilda no. Perdon que me enoje ya se me va a pasar jaja. Es solo un texto pero pasa esto en la actualidas tambien.
    Sabes que parte de este libro lo lei en la secundaria en literatura asi que se de que trata la historia.Por lo menos las partes que lei me gusto.
    Un beso Draco!!

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    1. de "el perseguidor de la obscuridad" no va a haber post debido de que a pesar que es una lectura que intriga mas que inquieta, no hay mucho qué decir sobre ella. es la relación entre un escritor y pintor de nombre robert blake y una antiquísima piedra de ángulos extraños que se halla dentro de una iglesia derruida y que al parecer está poseída por un ente no especificado que mata. todo en torno a esta misteriosa piedra fue hallado en el diario y papeles de blake después que él muriera misteriosamente por causas extrañas. eso es todo, no hay más.

      en cuanto a "historia de dos ciudades" lo que no me gustó mucho al inicio de su lectura fue cierta lentitud de los acontecimientos que se iban desarrollando (tuvieron que pasar 43 páginas para que un padre se encuentre con su hija) y el tratamiento un tanto desesperante que el escritor le da a la personalidad de la hija, pues el se refiere a ella repetidas veces como "la niña" a pesar de sus diecisiete años; e incluso, cuando transcurren cinco años y ella ya tiene veintidós, él sigue con lo mismo, "la niña", "la niña". aunque yo trato de entender que en aquella época del siglo xviii a las mujeres de esa edad se las trataba así.

      lo otro que también me desesperaba es que "la niña" era demasiado sensible y que no se le podía decir las cosas como son porque si éstas eran muy fuertes, pues "la niña", se desmayaba. uf, jajajaja.

      y sí, las mismas injusticias persisten hasta el día de hoy y las "formas de resolverlas" son simplemente más sofisticadas en beneficio del agresor.

      de todas maneras, conforme avanzo en su lectura, "historia de dos ciudades" se va volviendo más intrigante e interesante.

      un beso.

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    2. Ah gracias por el resumen; es una historia de misterio mas que de horror entonces.
      Sobre "Historia de dos ciudades" recuerdo el gesto del abogado enamorado de Lucia; hizo algo por ella que no cualquiera lo hace; estaba profundamente enamorado de ella; pero era no correspondido 😣 . Esa parte me quedo marcado en mi memoria.
      Otro beso para vos 😚

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    3. ¡spoiler! pues todavía no he llegado a esa parte, uf, jajajaja. no os preocupéis que yo ya estoy prefigurando que "la niña" se puede quedar con el sobrino del marqués, aunque en estas novelas del romanticismo los amores terminan en tragedia y no se sabe muy bien a ciencia cierta, qué es lo que va a pasar más adelante.

      besos.

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  5. Tremendo. Se me revuelven las tripas. Estoy leyendo Misericordia de Galdós que trata sobre las vidas de los pedigüeños y me pasa igual, me gusta pero lo paso mal la verdad. Hemos avanzado poco, lograremos alguna vez que desaparezca la beneficencia y que tengamos un sistema justo de reparto? Aysh
    Gracias por acercarme a Dickens
    Besitosss

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    1. a las sociedades les gusta el status, el "yo arriba y tú abajo" aún cuando piensen utópicamente en la reducción de la pobreza y en un mundo más igualitario, para no mostrar abiertamente y quedar bien ante los demás, de que les gusta el mundo tal como es ahora con todas sus injusticias.

      besos.

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